domingo, 30 de noviembre de 2014

Música: Miguel Abuelo et Nada Hijos de Nada



Miguel Abuelo andaba circulando por el mundo sin destino, ni rumbo fijo, desauciado por la crisis de la Argentina a fines de la década del ´60. Por el asco de los ciudadanos "bien pensantes" que impedían de cualquier manera la expresión de los jóvenes con nuevas ideas y pensamientos distintos a los de la sociedad.

A mediados de 1972, Miguel se encontró en un viaje destino Londres-París con un músico electrónico argentino, llamado Edgardo Cantor, con quien hizo una amistad rápidamente y fue éste quien le presentó al productor judío Moshe Naim, quien por aquellos años producía a nuevos talentos de la música francesa y entre otros, a Paco Ibanez, una clásico intérprete español.Moshe Naim le propuso al Abuelo hacer una prueba en un estudio de grabación y si era de su agradado, editarle un Long Play. Fue tal el asombro que le causo Miguel Abuelo, que a los días ya estaban inmersos en la grabación de un primer disco para el sello del Isrealita.


Ese disco que estaban grabando quedó en la nada, ya que a medida que Miguel grababa una y otra canción, conoció a otro argentino: Daniel Sbarra, quien se sumó a la grabación. "Sonábamos tan bien, que Miguel impulsivo como siempre fue me dijo "loco, hagamos un banda, dejemos esto aca, yo hablo con Moshe y le digo que grabemos en otro estudio, con todo nuevo, nuevas canciones y nuevos músicos..." nos contaba Sbarra hace algunos años.

Y así fue, al poco tiempo ya estaban con una banda formada por todos exiliados latinoamericanos. Miguel en voz y guitarra rítmica; Dani Sbarra en guitarra eléctrica y coros; Daniel Rodriguez en batería, Carlos Beyris en violoncello; Pinfo Garrigo en bajo; y Juan Dalera en quenas. Una superbanda para Moshe Naim, quien en su pensamiento se imaginaba en pocos años "lleno de dinero". Nada de eso pasó, nada.

Grabaron un excelente disco que se llamaba simplemente "NADA", en realidad la banda se llamaba Nada. "Además de grabar en uno de los estudios más importantes de Francia durante varios días y luego remasterizar todos los temas en otro estudio de Paris, Moshé nos compró todos los instrumentos que le pedimos. En un solo día llegó a gastarse una fortuna", recuerda Sbarra.

Luego de la grabación, la salida del disco se demoró porque hubo algunos problemas con los temas y hubo que remasterizarlos todos de nuevo. Por lo tanto Moshé Naim decidió a que pesar de no tener el disco editado, la banda saliera a presentarlo por la costa francesa. Shows muy buenos, con excelentes críticas de los medios pero muy mal promocionados. "La gente no sabia si iba a ver un concierto de rock iba a un circo, por eso cuando comenzábamos con el primer tema se iban. Iba gente grande que no entendía nada de rock. La gira estuvo muy mal promocionada", sentencio el guistarrista. A los pocos conciertos, NADA se disolvió por problemas entre los integrantes de la banda, sobre todo entre Miguel y Daniel.

El disco salió editado en 1975 bajo el nombre de "Miguel Abuelo et nada", lo cual molestó aún más a la banda, ya que no era un disco solista de Abuelo, sino una banda que se llamaba Nada. Pero, la idea de Moshé era tenerlo nuevamente a Miguel Abuelo en sus filas de artistas y poder retomar el proyecto y cumplir así con sus propósitos comerciales. Miguel volvió, en 1978, grabó 4 temas y se volvió a ir.

"Miguel Abuelo fue el mejor artista del rock que hubo en el mundo. Nunca habrá otro como él" afirma Moshe Naim desde su casa de París, en una entrevista con nosotros, que reproduciremos próximamente.

Hasta el día de hoy, nunca hubo una edición oficial en Argentina, ni en CD ni en LP, aunque si en Francia. El tiempo pasa... y esperemos que en las tierras nativas de Miguel Abuelo, sus mayores seguidores pueden tener un original de esta maravillosa y genial obra de NADA, una gran banda formada por el Abuelo y Daniel Sbarra, entre otros.
Integrantes Voz y Guitarra Ritmica : Miguel Abuelo Guitarra Electrica y Coros : Daniel Sbarra Bateria : Daniel Rodriguez Violoncello : Carlos Beyris Bajo : Pinfo Garrigo Quenas : Juan Dalera

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