En
los años setenta el mundo inglés se encontraba en pleno auge de la
cultura punk, el heavy metal era visto como un bastardo de la música.
Encerrado en prejuicios. En este contexto, partidarios del metal buscan
posicionarse. Los clubs con características disidentes eran el lugar de
concentración de las manifestaciones punk, sin embargo y
paradójicamente, en estos mismos sitios estaba reviviendo el heavy. Steve Harris y Dave Murray eran partidarios de este renacimiento del
metal, y así, en 1975, arriesgándose a no ser tomados en cuenta fundan
una banda, cuyo nombre toman de un instrumento de tortura medieval que
consistía en una especie de caja con silueta humana llena de clavos que
al cerrarse se insertaban en el cuerpo de quien estuviese dentro, este
artefacto era llamado la doncella de hierro, de donde se bautizó a la banda: Iron Maiden.
Ya a inicios de
los ochenta Iron Maiden era el principal representante de la nueva ola
del heavy metal inglés, con sus actuaciones en público y su música
potente. Hoy, a más de treinta años de su aparición, la banda sigue
ganando seguidores, dando conciertos y posicionándose como una de las
más grandes influencias del metal a través de los años.
Las crónicas de
músicos y bandas seducidos por la literatura como medio de inspiración
para sus letras no son pocas. Las manifestaciones artísticas se
complementan. Partiendo de aquí y escuchando la música de Iron Maiden
nos percatamos de que no es la excepción: su obra musical es rica en
referencias literarias, canciones enteras que parten de poemas, de
cuentos, de novelas, de discursos… Es por eso que vale la pena hacer el
siguiente recorrido, acomodado más o menos cronológicamente, de la
música a la literatura:
En la canción Murders in the Rue Morgue, incluida en el álbum Killers lanzado
el 2 de febrero de 1981, el título por sí solo nos lleva a recordar el
génesis de la novela policiaca en el siglo XIX con Edgar Allan Poe. Su relato Los crímenes de la calle Morgue,
si recordamos por un momento, nos cuenta sobre el misterioso asesinato
de dos mujeres, un asesinato brutal que parece no tener explicación
alguna y que ha conmocionado a todos los vecinos. A lo largo de la
historia Auguste Dupin, utilizando la perspicacia y su aguda
observación, llega a comprobar que el asesinato ha sido perpetrado por
un orangután que se metió al edificio de las mujeres a través de la
ventana. La canción, por su parte, da lo que podría decirse una visión
panorámica del relato de Poe, hablando en primera persona, comienza
relatando que al ir caminando el personaje por las calles de París,
escuchó un aterrador grito y acudió al lugar donde lo había escuchado,
para encontrar los restos de dos mujeres. La gente que acude al lugar lo
señala como responsable, el personaje debe huir de los brazos de la ley, lucha consigo mismo: sabe que no es el asesino, pero se pregunta si pudo haber cometido el crimen.
Tras la lectura de un artículo en The Times
donde se hablaba de los atroces acontecimientos del conflicto bélico
entre el imperio Ruso, regido por la dinastía Romanov, y la alianza
entre: Reino Unido, Francia, el imperio Otomano y el Reino de Piamonte y
Cerdeña, conocido como guerra de Crimea (1853-1856), el poeta inglés Lord Alfed Tennyson escribió el poema La carga de la brigada ligera,
que hace referencia a estos hechos, exaltando el orgullo de la defensa
de la nación. Pues bien, basado en este poema Steve Harris escribe la
canción The Trooper, incluida en Piece of mind (1983), donde habla de la valentía de los soldados en el combate de la guerra de Crimea.
En los versos del poema de Tennyson leemos:
Cañones a su derecha,
cañones a su izquierda,
cañones ante sí
descargaron y tronaron.
Azotados por balas y metralla,
cabalgaron con audacia
hacia las fauces de la Muerte,
hacia la boca del Infierno
cabalgaron los seiscientos.
cañones a su izquierda,
cañones ante sí
descargaron y tronaron.
Azotados por balas y metralla,
cabalgaron con audacia
hacia las fauces de la Muerte,
hacia la boca del Infierno
cabalgaron los seiscientos.
La exaltación
hacia la tropa que se hace en estos versos es similar a la que se
percibe en el tema de la canción, al hablar sobre la valentía del
soldado, al ver caer a sus compañeros, al verse rodeados de los cañones
del ejército ruso:
The horse he sweats whit fear we break to run
The mighty roar of the Russian guns
And as we race towards the human wall
The screams of pain as my comrades fall…[1]
Además, como muestra de algún tipo de valor histórico o patrio,
Bruce Dickinson, cada vez que interpretan esta canción, aparece en el
escenario ondeando la bandera británica, envuelto en una casaca roja
como las que utilizaban los soldados de Reino Unido en el siglo XIX.
Al final de este mismo álbum, Piece of mind, se encuentra un tema titulado To Tame a Land, basado en la famosa novela del escritor norteamericano de ciencia-ficción Frank Herbert, Dune
(1966), donde trata el tema de la ecología, la supervivencia de la raza
humana, las interacciones del poder… La banda en un inicio pidió el
consentimiento del escritor para llamar a la canción como la novela, sin
embargo, la respuesta que obtuvieron fue negativa: “No, porque a Frank
Herbert no le gustan las bandas de rock, especialmente las bandas de
heavy rock, especialmente bandas como Iron Maiden”, fue la respuesta del
agente de Herbert.
La canción del viejo marinero
de Samuel Taylor Coleridge, es uno de los referentes de la literatura
romántica británica, principalmente haciendo uso de aquel perseguido
recurso de los románticos: lo sublime. Lo sublime a través de las
vivencias que un viejo marinero cuenta a los invitados a una boda, las
tormentas, los encuentros con la muerte en el mar, el regreso a la vida y
la penitencia. Se ha dicho que La canción del viejo marinero (en inglés The rime of the Ancient Mariner)
aparecida por primera vez en 1798, es uno de los mejores poemas que se
haya escrito en lengua inglesa… y también se convirtió en el argumento
de una de las mejores canciones de Iron Maiden, quienes prácticamente
musicalizaron la obra de Coleridge en un tema que dura casi un cuarto de
hora, contenido en el álbum Powerslave de 1984. Empezando
igual que el poema, narran cómo el marinero detiene a uno de tres mozos
convidados a una boda, con sus ojos de fuego atrapa al muchacho que no
puede hacer nada más que escucharlo y le comienza a narrar el origen de
su maldición, haber matado al albatros, el pájaro de buen augurio que
rondaba la nave en medio de la niebla y el hielo, de ahí parten el resto
de vivencias del marinero.
También en este álbum se incluye el tema The Duellists, el cual está basado en el relato del novelista polaco Josep Conrad, El duelo.
Dos años más tarde aparece el álbum Somewhere in time en el cual aparece una clara referencia a la novela del escritor británico Alan Sillitoe La soledad del corredor de fondo (1958),
aquí, igual que en la canción, se narra la historia de un hombre
internado en un reformatorio, el cual goza de un gran potencial para
correr, potencial que marca su estancia en dicho lugar.
Posteriormente, el tema Lord of the flies compuesto
por Harris y Gers, abreva en la novela del mismo nombre, escrita en
1954 por el escritor inglés William Golding. Novela que versa
alegóricamente sobre el conflicto de la naturaleza humana, a través de
la vida de dos niños atrapados en una isla después de un accidente
aéreo. La obra toma su título de unos versos del Rey Lear de
Shakespeare: “As flies to wanton boys, are we to the gods, — They kill
us for their sport”. Además, en este mismo material llamado The X Factor (1995), se vuelve a Josep Conrad, específicamente a su novela famosa El corazón de las tinieblas (1902), en el tema The Edge of Darkness, asimismo se hace alusión a la obra más conocida del escritor italiano Umberto Eco, El nombre de la rosa, en la canción Sign of the Cross,
en la cual se hace alusión al conflicto de la fe, a la duda, a la
tensión, además, se menciona explícitamente el nombre de la novela en el
coro: The sign of the cross, the name of the rose. Los
paralelismos con la obra de Eco pueden rastrearse aquí, baste recordarse
el conflicto de la obra literaria, así sea de la forma más superficial:
las muertes en una abadía medieval, el reflejo de la vida monástica,
vida monástica que comienza a ser minada por estas muertes misteriosas,
si se quiere una suerte de novela policíaca ambientada en el medievo, la
perspicacia del protagonista nos llevará a la respuesta.
Luego de The X Factor, podemos saltar a la más clara referencia literaria en la obra musical de la banda, después de La balada del viejo marinero y Los crímenes de la Calle Morgue, me refiero a Brave New World: de una vez, recordamos la obra homónima de Aldous Huxley,
donde se nos habla de un futuro atroz que ronda el año de 2540, en la
ciudad de Londres, donde la sociedad se ha convertido en una masa movida
completamente por el hedonismo y el utilitarismo.
Iron Maiden ha
tomado la literatura como el principal abrevadero de sus letras, que a
criterio propio, no pueden ser juzgadas superficialmente. Recordemos
también el disco completo dedicado a William Blake, o el uso de fragmentos de discursos de personajes ficticios y reales, para abrir sus conciertos: Sir Winston Churchill y el memorable discurso de Marco Aurelio a los romanos en Julio César de Shakespeare.
Haciendo este
acercamiento a la música de Maiden, esta experimentada doncella que
lleva ya tantos años en los escenarios, superando conflictos internos
similares a los que acabaron con tantas grandes bandas, comprobamos una
vez más los vínculos entre las formas de expresión artística. Quizá
queden sueltas muchas otras referencias literarias, tal vez después de
leer estos párrafos queden las ganas de comprobar lo que aquí se ha
dicho: poner las canciones, analizar las letras, llegar hasta los
libros.
[1] El caballo suda, con miedo empezamos a correr,
el poderoso rugido de las armas rusas,
y mientras corremos hacia la pared humana,
los gritos de dolor al caer mis camaradas…
http://literofilia.com/?p=13034
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