Ocho
disparos (poemas)- De regreso (cuentos)
De
Romeo Di Vita
Abrir
un libro es mover el universo.
Abrir
el libro de Romeo
Di Vita
es un dejarse ir por la certeza. Por poemas y cuentos en los que el
autor es osado en la palabra. Y no deja afuera el dolor, el silencio,
la traición, el espanto. Apura con su mirada las esperas ominosas,
desenmascara el “acaso” largo y profundo de una justicia
demorada.
Con
“8
disparos” y ….. “De regreso”
….. Romeo
Di Vita
va en búsqueda del sentido heroico, del héroe que escucha la
llamada, del que desafía el inconsciente y revela. Donde ”la
creación” y “lo creado” liberan la palabra del hechizo de la
individualidad, lo trivial, lo vulgar. Y el poeta, “arquetipo”,
espectador y parte, provoca el arte para que suceda.
El
autor asume
el riesgo
desde el título del poemario y descarga
sus certeros disparos
al corazón de una sociedad que aún reclama un horizonte encendido
de justicia. Denuncia
el miedo, el atropello y el dolor; escenarios de muerte: pantano,
desierto, pozo oscuro. Y es el mismo hombre que milita en la frontera
de Gaza, en un barrio de Buenos Aires, en una calle de EE UU o
Atenas, en el desierto de México, en “la lejanitud de Ushuaia”.
Transforma;
se hace luz, amanecer y transparencia, en la misma “libertaria
pasión de los hombres” en su “desbordante razón de vivir”.
Donde
el olvido no es cuestión de “querer desaparecer nuestros despojos”
sino de dignificarlos
en el agua mansa del poema.
Dos
palabras y una sola actitud, “regresar”. ¿de dónde? De los
recuerdos, de la infamia, la brutalidad y la injusticia? Acaso
regresar de un país de miedos y silencios, del mirar hacia otra
parte, de la traición inmediata. Un país donde el hombre
“equilibrista” habita andenes, andamios, colectivos, rutas rotas,
víctima de la necesidad y la desprotección.
Romeo
Di Vita
nos conduce a la reflexión: “quedan muy pocos para
respetar”,…”fueron tantos los que se jugaron”,…. “los que
no se entregaron”, ……”y la vida, entre lealtades, golpes y
corridas”.
Romeo
Di Vita
sabe que “las letras suelen ser peligrosas” pero “le da la
espalda al peligro” y milita en el desafío de la palabra……nos
trae de regreso, nos salva la mirada.
El
poeta derrota el crimen, la angustia, la soledad y el miedo.
El
poeta se sublima en poesía.
Amanda
Tomalino
San
Marcos Sierras- Córdoba
Gracias Cepeda, por el espacio, para con todos los poet@as hermanos, Roberto
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