La
escritura y devenir en el tiempo de
Nellie Campobello se fusionan en el
norte de México
para describir con estilo singular algunos episodios muy
intensos
sobre la Revolución Mexicana.
La personal perspectiva y posterior narración de
una adolescente
de sucesos fríos, irónicos, sorprendentes y
se
puede decir que hasta espectaculares
en los que la muerte acaba
por ser la protagonista de hechos irreversibles
ocurridos
en la Ciudad de Parral Chihuahua, lugar donde
vivía Nellie con su familia, en la
Calle Segunda del Rayo.
Ahí donde se desataron acontecimientos
importantes
y que posteriormente pasaron a ser un
legajo muy valioso reunido
por manos y ojos femeninos. El resultado:
CARTUCHO, novela símbolo de la época revolucionaria.
La ventana
de la casa de Nellie era el lugar desde
donde
se podía apreciar la tragedia, el lugar desde donde se podían
escuchar
los balazos, los gritos, el galopar presuroso, el escalofriante
olor a muerte. Y todos esos gritos y rostros
se fundieron en el corazón adolescente que aun no alcanzando a comprender
del todo
el momento, lo traslada de manera extraordinaria al papel
mediante los
relatos de su madre, otros, vividos personalmente por
la autora.
Cartucho propone una serie de elementos
encabezados
por los protagonistas principales en un momento donde el polvo del poder
se distribuía por todo el país y cuya residencia principal era el norte,
en el cual Pancho Villa tiene un papel
fundamental y preponderante como jefe de la División del
Norte. Lo esencial
de la creación de la escritora es su
cercanía con cada una de las personas que pasan a ser “personajes” de sus
relatos. Nellie muestra una clara inteligencia, como ella misma, para recrear
los
momentos que se quedan anclados al
tiempo, que aparecen como estrellas nuevas en el amplio firmamento literario.
Nellie, la intelectual mexicana cuya escritura
no había sido lo suficientemente valorada, la mujer-niña que pudo reconocer
la
mirada de Pancho Villa en una de las visitas que hicieron
al centauro ella
y su madre. En esa visita señala “el fierro malo” de Villa refiriéndose
al mal humor que lo aquejaba ese día.
Describe el lugar detalladamente pero
el deslumbramiento por Villa
es evidente.
Nellie dedica un solo capítulo de
los treinta y tres originales de la primera edición de Cartucho al
revolucionario y hace una referencia brillante sobre lo que más llama su atención acerca
del hombre: sus ojos. Llama inconmensurablemente mi atención que habiendo
yo
escrito algo sobre el General Villa y obviamente
habiéndolo
conocido solo por fotografías y lecturas me hayan llamado
también sus ojos desde las imágenes y este punto de
sincronía
femenino me identifica con la autora
como la mujer con su sexto sentido, perceptible en el viento de los
tiempos, visible como eterna mariposa en los atributos femeninos. Escribe Nellie:
“Cuando Villa estaba enfrente solo se le podían ver los ojos, sus ojos tenían
imán,
se quedaba todo el mundo con los ojos de él clavados
en el estómago”.
Éstas palabras de gran profundidad en la
imagen denotan el gran impacto de la
adolescente al observar
los ojos del caudillo, de mirarlo de frente y hacer
referencia a la unicidad al decir “todo mundo”, lo que ella desea transmitir
es que el
causaba emoción en toda la gente, en todo
aquella muchedumbre o individuo que
lo viera;
para nadie pasaba desapercibido el
peso de los ojos de Villa,
que esos lagos de aguas profundas podían
ser
luceros y dagas a la vez, porque a
ella le movían las entrañas. En particular esta metáfora de “clavados en el
estómago” indica la intensidad de la personalidad del hombre y la gran
perceptibilidad
poética de la escritora. Dos mundos en un tiempo
exacto, dos miradas en el vacío,
como cuatro soles divididos
por una muralla,
sostenidos por un mismo cielo en el
colapso del tiempo.
No es
en vano el intento de Campobello por reivindicar
al dorado mayor por medio
de su escritura, pues su fama de
bandolero y ladrón se
propagaba como la pólvora que ellos
mismos hacíanexplotar en los campos de batalla.
Decía Nellie
“Mi tema era despreciado, mis héroes estaban proscritos.
A
Francisco Villa lo consideraban peor que al propio
Atila. A todos sus hombres los
clasificaban de horribles bandidos y asesinos”1).
Quizá el poder mismo quería
relegar al caudillo a los campos del olvido, ignorando sus gloriosas hazañas
pero es el tiempo
quien elige a quienes han de quedar pertrechados no en
las
trincheras donde la muerte escupía sus balas,
sino en la historia, que según
Cervantes es la madre de todas las ciencias.
Los
destellos de la personalidad de nuestra
escritora vibran perpetuando las imágenes de los protagonistas de sus historias,
volcándolos y despojándolos de sus máscaras de
guerra. Con su destacada habilidad
los describe y traza
sus palabras y acciones mostrándolos tal cual son, de igual
forma
con carrancistas y villistas, pues todos pasaban por la calle
de su
casa, todos eran conocidos de su madre, todos
eran movidos por los hilos de la
revolución, y eran registrados
esos movimientos también, por los
ojos de Nellie y su muñeca Pitaflorida. Es entonces que la posteridad los acuña
como grandiosos, aunque en la realidad breves, la historia los agiganta y
hemos de agradecerle a la escritora nos dote de las palabras llenas
de magia de
sus relatos que nos trasladan al momento
del
suceso que se acumula en su memoria emergiendo
un lapso de
tiempo en el que esos eventos génesis del
hecho
histórico más destacado de nuestro país pueden palparse
a través de la
lectura.
Nelli
Campobello
es una grande, una excepcional mujer
del norte a la que
la historia poco a poco reivindica en su papel de escritora y
de impulsora del arte a través de la fundación de una academia
de
danza en la Ciudad de México. Que vivió parte
de los acontecimientos de la Revolución con
escasos años en su vida y que poco a
poco logra
posicionarse en el lugar destacado que siempre le
correspondió
tener por su obra: el reconocimiento de
su país.
La escritura
de esta gran mujer revela parte de lo
que ella misma es y fue,
de su encuentro con los destinos de unos y otros; de
unos nombres y otros, de otro tanto de lugares, de algunos hombres
como Villa,
Trillo, el Coronel Bustillos, Agustín
García, José Ruiz,
de los que son y fueron y
serán en lo infinito.
Nellie queda
para siempre en la inmensidad, su
constelación se perfila
imborrable en la literatura de la
Revolución
y de nuestra cultura. Nos ha dejado
la herencia de sus ojos,
con su visión más allá del cuerpo, reconociendo con su
mirada ya muertos a los vivos, dando vida con sus palabras a los muertos.
BIBLIOGRAFÍA:
Campobello Nellie
<p>CARTUCHO, versión PDF</p>
https://docs.google.com/file/d/0B0rWP7-R68qHOGUzZTA4OWMtMGY3ZC00MzZkLWFlMzctNjE2Yzg5Mzg4ZGQ4/edit
<p>(1) </p>Tola de Habich Fernando
HABLANDO CON LOS FANTASMAS
http://hablandoconlosfantasmas.com/revoluci%C3%B3n-mexicana/pr%C3%B3logos-sobre-literatura-de-revoluci%C3%B3n-mexicana/1-cartucho-nelly-campobello/