domingo, 14 de septiembre de 2014

Cuentos bajos el sol: Juan Sternberg

EL PRIMER DÍA

El primer día, Dios se creó a sí mismo. Ha de haber un comienzo para todo.Luego creó el vacío. Encontró que le había quedado muy grande, y se sintió impresionado.El tercer día imaginó las galaxias, los planetas y los soles. No se sintió excesivamente satisfecho, sin saber exactamente por qué.El cuarto día hizo un poco de jardinería: decoró algunos planetas elegidos con un verdadero sentido artístico, y se sintió feliz al probarse a sí mismo que era un dios con gusto, destilando a través del universo una sutil perfección.El quinto día, sin embargo, para relajarse de los esfuerzos de la víspera, decidió divertirse un poco: imaginó un mundo que no era más que una flagrante falta de gusto, lo atiborró con horribles colores, y lo pobló de una gran cantidad de repugnantes monstruos. Luego llamó a aquel mundo la Tierra

(Bélgica, 1929)

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