VICENZO CARDARELLI – LA INTIMIDAD REFLEXIVA
Selección, traducción y la nota de Julio Bepré
Vivo de sueños y locas esperanza,/ En mi sepultura libertad/ veo pasar los días,/ siempre nuevos para mí, siempre distintos. Una hermanen reflexión interior motiva en forma constante la escritura de Vincenzo Cardarelli (1887, Viterbo – 1959, Roma), a lo que cabe agregar que fue un riguroso escritor y hombre de sostenida pasión, acompañada de cierta ironía, como lo afirma Giansiro Ferrata. Cardarelli escribió además libros autobiográficos, de viaje y costumbres con una prosa de sutil belleza; se advierte en su obra en una gran incidencia leopardiana y una atmósfera plena de misterio, y su gran vigor lírico está modulado a su vez por una no común capacidad reflexiva.
Son transcendentes sus visualizaciones y ritmos atinentes a recuerdos, paisajes, sentimientos y al trasfondo ético de todo humano; a una visión exclusivamente leopardiana de la vida, Cardarelli opone una poesía lineal motivada por la experiencia.
Afirma Luigi Baldacci que toda referencia sobre este poeta debe comenzar en el hombre y gira después en las virtudes del lírico, ya que Cardarelli es un “quimérico” que libera en su visión existencial la urgencia asidua de sus propios estados interiores, densos al confluir en el sentimiento de la muerte y de la vida.
Cardarelli tuvo un existir errabundo y solitario de austera dignidad: A la vida la he castigado viviéndola, Y agregaba: he terminado también yo por sentirme en el mundo como un ser malicioso, siempre en peligro y en suspenso.
Destácanse de entre sus libros los siguientes Prologhi (1916), Viaggi nel tempo (1920), Favole e memoria (1925), Il sole a pico (1929), Il cielo sulle citta (1939), Lettere non spedite (1946) y Villa Tarantola (1949).
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