LUIS RAÚL CALVO: SU MAGNÍFICA POESÍA Y EL MUNDO DE LA PALABRA POÉTICA
Entrevista de Ileana Gómez Gavinoser a Luis Raúl Calvo
I.G.G:
Nos ha llegado a la redacción de este blog, esta magnífica antología de
tu poesía. ¿Cómo y cuándo se ha gestado este libro?
L.R.C:
La poeta rumano-canadiense Flavia Cosma, se interesó por mi obra
poética luego de su viaje a Argentina en el año 2008. Seleccionó poemas
de mis diferentes libros publicados y compiló esta antología, la cual tradujo al rumano y despertó el deseo de la Editorial Gens Latina de Rumania quien la publicó en el corriente año (2009) con el nombre “Nimic Pentru Aici, Nimic Pentru Dincolo” (“Nada por aquí, nada por allá”).
En
el mes de mayo el libro fue presentado en el Festival de Alba Lulia, un
evento cultural muy importante que se realiza en Rumania todos los
años, generando una muy buena repercusión en el público rumano.
A raíz de este
hecho, Ediciones Generación Abierta editó dicha antología “Nada por
aquí, nada por allá”, en español, la cual fue presentada el 20 de
noviembre de este año en el Café Literario “Antonio Aliberti”, en Buenos
Aires, Argentina, con una gran concurrencia de público. A raíz de este
hecho, Ediciones Generación Abierta editó dicha antología “Nada por
aquí, nada por allá”, en español, la cual fue presentada el 20 de
noviembre de este año en el Café Literario “Antonio Aliberti”, en Buenos
Aires, Argentina, con una gran concurrencia de público.
I.G.G:
Releyendo tu obra poética, nos damos cuenta de que las respuestas a
nuestras preguntas encierran otras preguntas (“otras sospechas”) ¿Es la
vida y la poesía un eterno misterio?
L.R.C: Esta pregunta te la respondería en dos momentos. Por un lado la caída de la modernidad y la entrada a la posmodernidad o a la modernidad
tardía produjo cambios en todos los niveles y en todos los aspectos de
nuestras vidas: familia, amor, relaciones vinculares con amigos,
trabajo, etc. De aquellas certezas absolutas, propias de la modernidad
pasamos a otra sociedad que se caracteriza por planteos que interrogan e
intentan abrir diversos modos de recorrer estos nuevos escenarios. El
poeta, el artista, no es inmune a todo esto, y lo expresa a su modo, a
través de la palabra, a través de la poesía.
Por otra parte, sí, creo que la vida y la poesía son un eterno misterio, de ahí la recurrencia casi obsesiva que suele darse en los autores en abordar los grandes misterios de la humanidad: El amor, la muerte, la soledad, el origen de la vida, etc, son
temas que generalmente están presentes en la obra de los poetas. Aquí,
en este punto, el sentido de tu pregunta se liga con mi respuesta
anterior relacionada con la modernidad y la posmodernidad o modernidad
tardía, ya que la expresión poética no da respuestas pero sí abre
diversos interrogantes. Un tono misterioso… como de secretas voces.
I.G.G: ¿Cómo nació la poesía en ti?
L.R.C:
En la escuela primaria tuve un maestro -el profesor Alfredo Garro- que
le daba mucha importancia a los temas culturales, nos incitaba a
investigar, a leer libros, a recurrir al diccionario y así poder conocer
los hechos importantes de la humanidad y a sus creadores. Él trajo a
nuestras vidas a Goethe, a Tolstoi, a Shakespeare, a Bécquer, a
Dostoievski, a Miguel de Cervantes Saavedra, a Espronceda, a Quevedo,
entre tantos otros.
Luego
comencé a escribir canciones propias -letra y música- y a interesarme
por la producción de ciertos cantaautores: Georges Moustaki, Jacques
Brel, Carlos Barocela, Ignacio Anzoátegui. También, a través de Alberto
Cortéz y de Serrat conocí a Machado, a través de Spinetta conocí a
Artaud y al movimiento surrealista. A los 14, 15 años la pasión por la
poesía comenzó a prender muy fuerte en mí, algo que afortunadamente no
ha cesado.
I.G.G:
Tus libros de poemas reflejan desazón o “desasosiego” como diría Pessoa
ante un mundo terrible. ¿La poesía es algo más que la catarsis de ese
mundo?
L.R.C: Es muy acertada tu visión sobre mi poesía, expresa lo más escabroso y tal vez lo más retorcido del mundo y de la
condición humana. Pero no es apocalíptica, hay un hilo de luz, de
esperanza como bien lo señala el crítico literario rumano Geo
Constantinescu.
En
cuanto a si la poesía es algo más que la catarsis de este mundo, sí,
claro, es mucho más que eso, sino no sería poesía. Lo dice muy
acertadamente Eliot cuando señala que el poeta debe tomar
distancia emocional del recuerdo y de los hechos para después poder
evocarlos poéticamente.
I.G.G: ¿Te parece que la literatura y los seres humanos recuperarán su capacidad poética?
L.R.C: Es una pregunta muy interesante. Creo que sí, que como va evolucionando el mundo, la poesía, y el arte en general, van a ser unos de los pocos espacios saludables,
por esa cosa de gestación y de creación que encierran estas
disciplinas, para poder contrarrestar un mundo que se avizora cada vez
más mecanicista.
I.G.G:
La publicación de esta antología, es un hito en tu carrera de escritor.
¿Qué pensamientos te inspira la visión que tienen otros poetas de ti?
L.R.C:_ La publicación de esta antología, con textos de los diferentes libros publicados estaba
pensada por mí para ser publicada el año próximo. Pero la publicación
en lengua rumana y en Rumania es un hecho inesperado que se dio por el interés de Flavia Cosma y de la Editorial Gens Latina. Ellas son las responsables y a quienes les agradezco mucho por su generoso apoyo a la obra de un poeta.
Respecto de la visión de los otros poetas, puedo decirte que he recibido las felicitaciones y el cariño de muchos de ellos, algo que por supuesto es muy importante desde el punto de vista afectivo.
I.G.G: ¿Qué lenguajes poéticos afloran en ti? Tus poemas, ¿son una viva metáfora?
L.R.C: Mi poética ha pasado por así decirlo, por diferentes estados
poéticos. Desde una vertiente surrealista y expresionista que se
traducen en mis primeros libros, con una tendencia marcada al uso de las
imágenes y de las metáforas, a un tono más reflexivo, como de cierta
meditación que se manifiestan en “Bajos fondos del alma” y en “Belleza
nómade”, los últimos libros publicados. Esta ruptura no fue fácil porque
como toda ruptura implica asumir riesgos, pero creo que fue necesaria
para el desarrollo posterior de mi obra poética. Conocerse y aceptarse a
uno mismo desde las diferencias, hace posible después
conocer y aceptar a los otros desde sus propias diferencias. El arte es
justamente esa zona que nunca debe estar cerrada ni empaquetada, sino
que debe fluir libremente, sin ataduras de ningún tipo.
I.G.G: ¿ Qué significado tiene la poesía y la palabra poética para ti?
L.R.C:
Es, ni más, ni menos, que la reserva espiritual necesaria que me
habita, para poder vivir esa compleja trama que es el día a día.
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