Algunos poemas del libro Pretextos de la Oscuridad
Prólogo
Este nuevo libro que Nora nos ha regalado en
primera instancia,nos otorga tal vez una aproximación a
condiciones que nos sonaún distantes, como sería la capacidad de
entender en plenitud las ocultas significaciones de las palabras que
parecerían simples y que tienen el encanto de la sinceridad
inmersa en la sencillez.Títulos como “Inquietud”, “Insatisfacción”,
“Traición”, “Mezquindad”,“Angustia”, “Olvido”, conforman el sustrato del
corpus poético e impulsan al lector a entrar en las complejas vivencias de un espíritu que busca superar planos oscuros e
internarse en las zonas de diafanidad, de allí se desprende el
sugestivo título de este segundo libro de Nora Patricia Nardo, el que
parecería constar dedos partes. “Pretextos de la Oscuridad” es un título
abarcativo de cuestiones subjetivas, a veces virtuales en las
que Nora plantea unpensamiento filosófico humanista, tal vez
tratando de profundizar un sentimiento más amplio y acaso cognoscitivo, volcando en palabras y en tonos alejados de lo complicado y
retórico con contenidos plenos de lucidez. Cada uno de estos
poemas subrayanuna atmósfera
de angustia, de soledad, de
desconcierto, con una certeza que “devora hasta la médula y humilla”.La temática gira, a nuestro entender, en torno
a la indagación del ser humano, en sus estadios emocionales más
críticos, cuando aparecen sentimientos oscuros, de soledad, de
frustración y aunqueestos estados anímicos suelen ser misteriosos y
enigmáticos, en la claridad de la poesía de Nora se disipan las
sombras, lo que otorga a su palabra poética un sello de
valentía, e indicaría de por sí un ascenso existencial, desde la toma de
conciencia de un entorno vivencial en que conviven estas
manifestaciones básicas del espíritu, aliviando en suma la extraña
manera de conocer o de saber el mundo y la angustia que conlleva la
aceptación de este conocimiento, el arduo aprendizaje
de la
existencia, con sus condicionamientos, sus dolores, sus angustias y
también sus sorprendentes destellos de luz.
En lo que consideramos la segunda parte, Nora
se libera de las angustias y vuelve a su tono suavemente
melancólico para hablar de asuntos tan significativos como la
nostalgia, la amistad, el amor,las figuras familiares, sus abuelos Pedro y
Francisco cuyas figurasrescata con ternura.
Este nuevo libro de Nora nos lleva a considerar
que tratamos con alguien
que intenta develar los misterios
de la oscuridad quesubyace en la esencialidad del hombre.
Ya antes, en su libro primero “Relatos de la
piel”, habíamos advertido que
existía en ella una aspiración
consistente en dotar a su palabra de reflejos
transparentes, con la
finalidad de llegar al corazón de su lector, interlocutor o escucha
con un mensaje de paz y armonía expresado con un lenguaje deliberadamente claro, no pretencioso, ajeno a toda formalidad retórica,que es en definitiva el método más accesible y más ágil para la
comprensión espontánea de un mensaje elevado y lo ha hecho dando paso
precisamente a las zonas más caóticas del hombre en sus
manifestaciones más crueles.
Nina Thürler
Esa niña
A Josefina
Brota la hierba
en ese campo
de flores amarillas,
mientras una niña
moja su cuerpo delicado.
El escenario centellea,
lo impalpable
se escurre tímidamente.
No hay remolino
ni calandrias
que no se detengan
a mirar tan bella escena.
En el aire florecen
aromas celestiales.
La música habita
en la infinitud
del cielo.
Mezquindad
En ese refugio los pájaros
anidan fantasías,
las voces cosquillean
luceros fugaces,
las palabras remiendan pesares.
Los sonidos acompañan
la orfandad del viento,
la brisa embriaga
el pretexto de la oscuridad.
En el paraíso de los colores
las miserias humanas
aparecen
cuando alguien
se atreve a brillar…
El encuentro
Al poeta Luis Raúl Calvo
Las luces de la ciudad
guarecen la alegría de la noche.
Es difícil no sentir
el misterio del banquete.
Se celebra la palabra,
convocan los amigos.
Danzan los ángeles en el flujo y reflujo
de las mareas
Los poetas se aproximan
a la eternidad
.
Resbalón
Ella sigue allí
como si nada de lo vivido
hubiese calado su esencia.
Husmean las chusmas
detrás de la puerta.
Ella sigue allí
renuncia a los atardeceres
se acurruca en su memoria
y caen los relatos.
Sombrío destino
Lame el gato
la podredumbre
de los hombres
y aúllan
los lobos su victoria
en esta tierra.
El viejo se refriega
en la falda de la niña
y el olor inmundo
invade los poros
de esa fresca piel.
Ensucia el joven
sus manos
en la basura.
Por las cloacas
las ratas
esconden sus miserias.
Se arrastran los mortales
en los sombríos
designios del destino.
Los guardianes del cielo
imploran misericordia
a los doce dioses del Olimpo.
Hades, dios de los infiernos,
levanta su trofeo.
Las tres lunas
Las tardes de luna nueva
lava todos sus secretos
con licor de menta,
como si las lágrimas derramadas
durante el preludio no hubiesen
cubierto el aljibe.
Las noches de luna menguante
peregrina por la ciudad con paso lento,
pensativa, temiendo olvidar su voz
Sólo los días de luna llena
se atreve a mirar de reojo
la imagen de ese retrato
que le devuelve a gotas
sus extraviadas ilusiones.
Ese Velo gris
A medida que la piel
se destiñe, suele suceder
un extrañamiento
Paso a paso
ese hombre
intenta desnudar
su historia de ficciones.
La nostalgia
debilita su memoria,
ese velo gris
viste de patrañas
los recuerdos.
En el barrio de su infancia
se lo escucha susurrar:
“Hay dolores que matan
aún en primavera.
Hay alegrías que florecen
aún en invierno.
Las desilusiones humedecen
todas las estaciones de la vida.”
Esos cuerpos…
El intrépido mar
seduce a la luna.
Las turbadas sombras
contemplan el áurea.
La pasión demorada
avanza ofuscadamente
hacia esos
cuerpos que se aventuran
al delirio.
Un manto diurno
a r r i n c o n a
los delicados
e incandescentes instintos.
Ausencia
A Gloria
Entre lunas y soles
cielos y mares
esa mujer se desliza
por otros territorios…
Desiste de
mandatos familiares, desafía su historia,
busca extraviar aquello que la condena
En el hueco azul del alma
se recluye.
En el umbral rojo del corazón
confina su soledad.
Esa sutil inquietud
desnuda su ausencia.
Acechan en silencio
Viajan los mercaderes del sexo
para ultrajar
los cuerpos y las almas
de esas vírgenes inocentes.
Mientras tanto
los otros, los malditos,
los que hacen la historia
en silencio,
los que son cómplices,
entregadores,
esos
se refugian
en la mesa familiar.
Tal vez
No te aventures a ignorar
la vigilia de los enamorados.
No te adelantes a rechazar
la emoción de los suspiros.
Si acaso te sorprende la magia,
si tal vez te consuele el delirio
si te atreves a acariciarlo,
y llegas a amarlo.
entonces…
quizás…
te atrape el soplo del viento
te abrigue el trinar
de los pájaros
huya el desasosiego
resbale la soledad
y tal vez…
te acaricie el deseo.
Esos cuerpos… : Me encantó. Es, para los que pudimos experimentarlo, una sensación única.
ResponderEliminarTe dejo mi página por si en algún momento quieres leer un poco de lo mío.
Besos compañera. Andrés.
http://poemascuentos-com.webnode.com.ar/