Ayer conocí a la mujer más hermosa del mundo
Ayer conocí a la mujer más hermosa del mundo,
estaba haciendo la revolución,
supongo,
porque los dientes le brillaban como panfletos.
estaba haciendo la revolución,
supongo,
porque los dientes le brillaban como panfletos.
Tenía unos pantalones que le sobraban por aquí y por allá
y esas zapatillas que usan los revolucionarios
y sus ojos resplandecían como si estuviera viendo al Che,
entrando en Santa Clara.
Ella decía que la revolución se hace de a poco,
por eso sus manos acariciaban el espacio
con sus largos dedos
y tenía las uñas pintadas de gris,
un gris acorazado Potenkím.
La mujer más hermosa del mundo
ocultaba sus senos pequeños en dos o tres remeras,
una encima de la otra,
tenía un aspecto así, como de los años sesenta.
Yo me enamoré de la mujer más hermosa del mundo,
fue un amor a primera vista,
ella no lo sabe y quizás nunca lo sepa.
Yo la miraba desde unos diez metros,
como a las revoluciones
que se ven mejor de lejos que de cerca.
Y hablaba y conversaba y decía
que alguna vez se fue de su pueblo
donde no saben nada de revoluciones,
porque ni el periódico llega.
Ayer conocí a la mujer más hermosa del mundo,
ayer me enamoré de la mujer mas hermosa del mundo,
quizás cuando lo sepa
hagamos el amor, y no la guerra.
Argentina
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