sábado, 6 de febrero de 2016

Monarquía del Asombro (Antojolía 2013-2001) © Alfredo Pérez Alencart

COSECHA PROPIA


He aquí una buena porción de las anotaciones que no
me abandonan, del verso plural que engendra la impronta
de mi esperanza. Hay más, pero conviene dejarlo para otra
convocatoria. Un sábado del reciente abril recibí la llamada
de Aldo Gutiérrez, desde Lima, pidiéndome una antología
de mi obra, para así presentarla en la Feria Internacional
del Libro. Tito Marro –querido amigo desde cuando
estudiábamos Derecho en la San Martín, allí por la Javier
Prado– le había proporcionado mi número de teléfono.
Debo testimoniar que tal petición rebalsó mi
contento, pues a los minutos ya me había comprometido a
enviarle uno de los libros inéditos que guardaba: Memorial
de Tierraverde. Aldo había cazado dos pájaros de un tiro,
y yo -por fin- podía dar un abrazo abarcador (verso sobre
verso) a mis paisanos.
Sepan que quise demorarme en esto de dar
publicidad a mis ‘criaturas’. Siendo yo joven, Gonzalo
Rojas me aconsejó Vivir primero, acopiar grano a grano
las emociones que prensa la razón. Y así lo hice, sorteando
numerosas tentaciones publicistas.
Por otro lado, no entro en disquisiciones sobre el
valor (o no valor) de lo pergeñado hasta ahora, pues eso
corresponde a quien lea u oiga los textos. Sí decir que
esta Antojolía la hice de acuerdo con mis preferencias, tal
como lo he venido haciendo al antologar a poetas notables:
Alejandro Romualdo, Olga Orozco, Ramón Palomares,
COSECHA PROPIA

Gastón Baquero, Gonzalo Rojas, Álvaro Alves de Faria, Jesús
Hilario Tundidor, Nancy Morejón, Francisco Brines, Hugo
Mujica, Reynaldo Valinho Alvarez, José Hierro, António
Salvado, Miguel de Unamuno, Fray Luis de León…
El transtierro tiene ventajas y desventajas. En poesía,
por lo general, las distancias acercan y las cercanías alejan.
Casi seis lustros fuera de mi patria y ahora vuelvo para
ofrendar esta humilde cosecha propia.
Lo agradezco, lo agradezco, lo agradezco...
A. P. Alencart
Junio y en Salamanca (2013)




TALLER
Vi cosas
que no se ven
y me revestí
de lo justo,
amando en carne
y en espíritu,
cual señales
de lo que aconteció
en mí.
Y más que
repetir palabras
las lijé,
como un humilde
carpintero
en su taller.


MIENTRAS TANTO

Mientras los inquisidores comprueban
que el hombre existe
y llena su zurrón de pérdidas y ganancias,
él sigue residiendo donde los relojes avanzan
con su derecho a no dar la última hora.
Quieren taparle la voz con las manos de la intriga,
mientras alzan sus copas color envidia
o perpetran postergaciones y panfletos;
pero el hombre sigue con su único menester:
sumar a sus crónicas las primicias
de indesmayables vuelos.
Así camina entre el aliento de las gentes,
apartando celos y malentendidos,
ofreciendo amor con las pestañas de sus ojos,
palabra a palabra dispuestas a perdonar
trampas de la ciudad pequeña.
Las ventanas de su corazón están abiertas.
Es cuestión de preferencias, de no huir del asombro,
de saber que el tiempo es dulce y mezquino:
así va sintiendo cómo la ciudad pequeña
va amarrándose al tallo envolvente de su espíritu.
Mientras se empeñan en dejarlo de lado,
queriendo evaporarlo con amargos
incendios viscerales, él destila buen humor,
ofrece de comer a los pájaros
y termina por creer que tantas zancadillas
sólo fueron sueño.



 TAMBORES EN EL ABISMO
(Inédito)

 FORASTERO

Tierras duras, ¿dónde un hueco para este paria
que no se resiente ni a la menoscuarto? ¿Dónde
un catre roto para tiritar lento otra amanecida?

¡Aquí acudo, mis murmuradores! ¡Aquí perforo
la tela en pos de trashumancias! ¡Aquí, pisando
cepos, trastabillo y aprieto los dientes y hambreo
hasta roer la piedra! ¡Aquí resiembro espinas
que me torturarán más allá de la extremaunción!

¡Sí, gentes huidizas del abrazo o del desangre,
vine para deambular por el hedor de la basura!
Tierras duras, ¡ni baratijas traigo ni lujos pido
al hosco secano de vuestro corazón! Amados
prójimos, ¿por qué huyen de mi faz mendiga?

¿Mías las fronteras, los visados? ¡Nada es mío
salvo el horizonte boreal no sujeto a la muerte
o la aguja que de continuo taladra el minutero!

Tierras duras, tierras empinadas por los siglos,
¿dónde unos granos de trigo?, ¿dónde el zumo
de dulce viña? ¿Dónde un colchón de paja vieja
para posar mi día cardal o mi fatiga sin brecha?

¡Creo en el maná que veo en la mano del Amor!




ENCANTAMIENTO

 ¡Entruenado mi cuerpo empuja
temblores por rendijas de un delta
sin desembocadura! ¡Alertado
mi corazón quiere desgañitarse
tras encarnar en otro esqueleto!

Lentísima piel, reino medular
para ennudarse desnudamente
en remolinos o giros enteros,
casi muerto, casi vivo gota
a gota del lanceteado paraíso.

¿Por qué el ósculo ovulándose?
¿Por qué da su ganga el cáliz sacral,
tentando del siempre al siempre?
¿Por qué el febril estallido frutal
ensaviándolo todo al revés?

En vano la ceniza, lo oscuro,
si el volcán perfuma incienso
por latitudes de tan palpitante
sitial de lo gustable interior,
cardiograma colmando dos cráneos.

Somos dos del después, cercanía
y Dios velozmente iluminando
la espina vertebral ya dichosa,
coronada tras el sagrado vencer.

Hálito, huella, hálito, huella… Más.


 TAMBORES EN EL ABISMO

 ¡Despertantes tam-tam al rasgar abismos
para merodeos y desapariciones tactando
cierto edén con la manipulable cruzviva
encallada por el confín de la carnalidad!
¡Feliz locura de lo goteante del músculo
ázimo de diámetro transfigurable! ¿Loar
aquello que rápido se endemonia?¡No sé
por qué! ¿Abjurar de la púber y hermosa
relación?¡No sé por qué! ¿Bajar pasiones
ya en la cima? ¡No sé por qué! ¿Ser solo
hombre con tres potencias o ser potencia
transformando tres nombres? ¡Qué sé yo
del existir! ¿Vituperar contra esperanzas
sin receta? ¡No sé por qué! ¿Exigir para
que crean en el manantial eterno? ¡No sé
por qué! ¿Enajenar sueños hasta quedar
huérfano? ¡No sé por qué! ¡Devoto soy
de lo que hace volar sin fantaseos, ebrio
de raciocinios sin requemar, con la dosis
propicia para amar perfectamente ajeno
a ilusos encorsetamientos! ¡Lo que hace
 volar! ¡Pensamientos al orbitar preciso
de la visitación! ¡Emociones troquelando
sigilosamente el sello de lo que pervive!
¡Tam-tam, ay; tam-tam, gong; tam-tam...!


  EL SOL DE LOS CIEGOS
(Inédito)

 LO MÁS OSCURO
Lo más oscuro
es el ojo blanco
del ciego
y la miseria
que se abre paso
entre la gente
que a diario pisa
las calles
con el estómago
vacío
Oscuro el corazón
si se muestra
cual piedra
o el festejo
si el pan no ilumina
otras mesas
Y oscuro
jugar a la vida
descolgados
de la rama
del Amor.

 TODO SUCEDE

Quise ser
pararrayo de ejemplos
y,
aquí estoy,
a la intemperie,
pues así filtro
lo sagrado
al andar por sombras
de tanto misterio.
Otra cosa
es arder tramo a tramo,
ir entre los hombres
sin cal
y sin azufre.
Es difícil, pero
todo sucede.

UNAMUNO
Oh señor de Libreros, señor de Unamuno
el mío corazón comparece ante su creencia
sin estatuas, quijotesca teología del ejemplo
dinamitando religiones ¡Evangelíceme, hágalo
sin estampitas ni mentecatadas! ¿Qué habrá
excomunión? Gracias a Dios, gracias al aletazo
de las cigüeñas sobre la calva del obispo,
gracias a Lázaro de Tejares, por donde duermo.
Ahora le atiendo, profesor sin páginas en blanco,
señor del rectorado para travesías lejos del griego.
Anote el número de este móvil que no tengo
¡Llámeme con su voz que despierta Españas!
¡Persevere, señor de Jugo! Vine de la otra orilla
pero quédome donde se cobijan sus Palabras.
*
Salamanca, luciérnaga de piedra.
Después daré vueltas
para que no me hiera lo eterno.
*
Afirmas con la verdad
de tu palabra,
sin armas en las manos.
*
Lo pequeño es lo grande:
una gota de luz,
un Hombre ante la multitud.
*
Cristo ampara tu fe,
en una u otra esquina del tiempo.

Poesía, pupila ardiente
en medio del abismo.


ANTOLOGÍA BÚLGARA
(2013)

(*) Antología Búlgara / Българска Антология (Trilce, Salamanca / Fakel,
Sofía, 2013, eBook). Edición bilingüe español-búlgaro, con traducción
de Violeta Boncheva. Pinturas del artista español Miguel Elías. Solo se
publican los poemas que no forman parte de otros libros.



SILENCIO, SE SIENTE

En mudo instante
toco tus senos, gacela
mía.

AMOR A LA PATRIA
 He llegado a comprender
que en este mundo
mi patria verdadera
la encuentro
en el mapa de tu cuerpo.
No hay más patria
que tu entrega
ni hay más mundo
que este amor.
En la esposa del amor
está la patria.

 TRAS LA NIEBLA

 Oculta tras la niebla
tus palabras
heridas.

Y quita
de su pedestal
esas palabras
que hieren.


PRONTUARIO DE INFINITO
(2012)

 (*) Prontuario de infinito / Abrégé d’infini (Verbum / Trilce, Madrid,
2012). Edición bilingüe español-francés con traducción y estudio de
Bernadette Hidalgo Bachs. Pintura de portada de Miguel Elías, pintura
de contraportada del francés Sylvain Mâlet y dibujos interiores de
Walkala, poeta-pintor austro-colombiano, ya fallecido

 (POR EXTENSIONES VÍRGENES)


 Recuestas tu cabeza por extensiones vírgenes
y de pronto no cesan los nacimientos, las Resurrecciones.
Cada quien sabe de aquello que desciñe y fecunda.
Así el jardín donde se salta, donde se vuela, donde
el cuerpo es raíz nutriéndose más acá de las promesas,
fiel espiga alumbrando abismos o fuentes
de agua semejante al zumo que gotea de delicioso fruto.
No hay ligereza cuando quemas miedos
que malviven en el bosque de las reprensiones.
Salvas o vivificas por la armoniosa unión
que desborda vorágines sentimientos.
Dos almas acercan sus labios para el instante de gloria.
Dos soledades se confunden por el cielo del asombro.
Dos palabras se demoran siglos.
Dos lejanas orquídeas tiemblan, ¡cómo tiemblan!
Las campanas son del otro reino que idolatra la materia.
Prevaleces revoloteante, desdoblado en el congénere,
yendo y volviendo por su inocencia.
No entierro y sí fiesta, sí respiración besando la viña,
sí el turno que corona con súplica alegre.
Giras tu cabeza de Crucificado y la pasión no muere.
Vuelve el rocío, la cueva se abre con vida adentro.
Hay que celebrarlo todo,
olerlo todo al interior del cáliz o del misterio gozoso
que echa chispas sobre la manzana.
Te hospedas al fondo, obediente de atentas consideraciones.
Te levantas pastoreando el fuego encendido.
Te acuestas arrodillando los besos.
Está tejida tu voluntad para demorarse en el origen,
en el espaldarazo de la sangre sin mortaja, en el entusiasmo
del tallo sucesivo, otra vez en la niñez creciendo deprisa,
otra vez en la madurez de las esencialidades.
Una voz errante progresa entre pechos y manos en alabanza:
así la brújula enloquece por el pozo constelado,
por el insistente llamamiento.
Ebrio de lo humano vas hacia lo divino,
lo invocas para compartir la realidad y el sueño,
la estallante rebeldía de la carne
queriendo estar ya en la ingrávida pradera del Espíritu.
Dos sinfónicos aleluyas por tan deleitoso encuentro.
Dos cánticos entre la tempestad que crece desde la sangre.
Dos cuerpos conquistados para lo indecible.
Dos vislumbres, dos antelaciones de la luz.
Alcanzas la cima para tender un puente a lo infinito.
Te volteas con las pupilas engrandecidas
y abandonas el orbe que te atrapaba.
El movimiento era eso: sembrar la ardiente semilla
en el cuerpo regocijado
y luego, germinada la tierra, extraviarse
para ver lo que hay al otro lado.

¿Dónde estás ahora? ¿En qué predios trasvasas tu poder?


 CARTOGRAFÍA DE LAS REVELACIONES
(2011)
 (*) Cartografía de las Revelaciones (Verbum / Trilce, Madrid, 2011).
Pinturas y dibujos de Miguel Elías.

 LOS HUESOS DE ALREDEDOR

 Estos huesos de la fosa descubierta
iban por el camino recto
de la vida.
Desde hoy cambiarán de postura: sólo de lugar,
nunca de destino, nunca como esos
cuya baba era de cal y de estólida locura
fusilante.
Hoy Pepe Mateos ha encontrado los huesos
de su padre (1936-2007): hoy lo he visto sudar
bajo un cielo de granizo.
Lo he visto en un pueblo de Castilla, escarbando
la tierra con sus uñas y con el ADN de su sangre.
Lo he visto exhumando 14 cadáveres hasta
ordenar sus huesos más queridos.
Hoy he visto llorar a Pepe Mateos,
llorar con ojos de huérfano, como niño todavía
con sus lagrimales resecos
soportando veintitrés mil días de duelo.
Lo he visto en Pelabravo
limpiando los huesos del padre para inhumarlos
como corresponde, para que la muerte
no siga amasando más tristezas.
Lo he visto conversando con Luis Calvo
mientras peinaba sus canas y guardaba las gafas,
porque desde hoy puede ver
cómo se alarga la sombra de su padre,
ya libremente
por la fría meseta castellana


MARGENS DE UM MUNDO
OU MOSAICO LUSITANO
(2011)

 (*) Margems de um Mundo ou Mosaico Lusitano (Palimage, Coimbra,
2011). Pintura de portada hecha por Miguel Elías. Publicado solo en
portugués, con traducción de António Salvado y prólogo de Maria de
Lurdes Gouveia Barata. Aunque inédito en castellano, algunos poemas
se han publicado en su versión original, tanto en libros como en revistas
impresas y digitales. Es un cuaderno de viaje que recoge visitas y
estancias por tierra portuguesa (entre 1996 y 2010).




PORTUGAL

También el corazón
descubre un territorio que cruza por mi historia
siempre a punto de partir,
como un continente que se desplaza
con quinientos años de recuerdos entremezclados
de fados y gaviotas y hogares
al frenesí del desarraigo,
aleta o iceberg entrevisto sobre la tristeza
en lontananza
magnetizando el pueblo de Alenquer
ahí por Vila Franca de Xira mojándose en el Tajo
y es mi oreja la que escucha
unas palabras que siento por mi sangre
kilómetros y kilómetros
hasta Castelo Branco en la Raya fronteriza
con soñolientas rocas donde el canto se calienta
por los horarios del alma en aparente
mansedumbre
y otra vez pernoctando en Porto de mar y río
más opíparas degustaciones de bacalhão
al éxtasis de una música retornándome al pasado
que es el fondo de mi vida
a menudo aleteando por estas costas
de conquista y emigración.
¿Dónde estás,
Camões del amor y las travesías?
¿Dónde estás, Florbela, doctoranda de furtivos
asombros?

No hay tiempo adverso para esta visita
iluminando cada día vacío
de las viejas piedras de la memoria
tan enigmática al encenderse el camino de vuelta
bañándome en las playas de Troia o Espinho,
aguas del rebautizo atlántico
para contemplar una Lusitania
en las calles del mercado y en los azulejos
donde reviven escenas
del ayer de Alberto Caeiro que es hoy
pero es mañana
mordiendo
el naufragio de una realidad
entregada a la gramática intencionadamente
perdedora para ganar el Paraíso
que es el Amor disfrutado hasta en el ojo-lector
más pequeño abriendo heridas
y fechas y lugares
embarcados en galeones de inmenso silencio.

¿Dónde estás,
José Antunes da Costa, que tu nieta
sigue diciéndote cosas por la Rúa do Limoero
subiendo al castillo,
preguntando por ti en cada cruce de esquinas
donde germina el mejor recuerdo?
Brilla la luna
en lo alto de Lisboa
donde se puede convocar la ascendencia
que nos falta
sin sacudir banderas ofrecidas y aceptadas
por las vastas pupilas de apariciones
tocando mi corazón de hombre,
mientras vibran guitarras
y una voz desnuda en combustión
pregunta por su linaje con rotunda dulzura.

Hoy tengo confianza en el jardinero
llamado Albano en Fundão o en Vila Nova de Gaia
y en el joven Gonçalo, medio-hermano
que reconozco en el altar de la esperanza
donde recomienza mi entusiasmo. ¿Y qué de Vasco
y qué de Osório, cuyas voces ya he hecho mías?

No es breve el Amor que queda
cuando explota la Verdad que la multitud olvida,
vagando locamente sin sentir
ni corregir sus sueños. No es breve
la especificación del cariño a un lugar del mundo
donde el grande António me recibe
como al hijo mayor
que le llegó de América.

 AQUÍ HAGO JUSTICIA
(2010)

 (*) Aquí hago Justicia / Aquí faço Justiça (Casa de Bakunin, Natal – Brasil,
2010). Edición bilingüe, con traducción de António Salvado y prólogo
de David Leite. El libro está dedicado al escritor François Silvestre de
Alencar, pues los poemas tienen base en su propia vida.


ORFANDAD
Perder un padre
es perder un imán.
Pero no eres
de los que se repliegan,
aunque te lancen
látigos feroces.
Perder un padre
es nacer dos veces
saludando ausencias
con las manos
escondidas.
Pero no eres
comedor de tristezas:
maduras
en plena niñez
y sigues inocente
en tu edad madura.
Perder un padre
es perder
una luz que no tiene
principio ni fin.

 INSCRIPCIÓN
A LA ORILLA DEL CAMINO

 No recibas pan de este circo
con títeres ociosos.
Tampoco camines a ciegas,
pues el tuerto se hace rey.


 CRISTO DEL ALMA
(2009)

 (*) Cristo del Alma (Verbum / Trilce, Madrid, 2009). Pinturas y dibujos
de Miguel Elías. Textos finales de Alfonso Ortega Carmona, António
Salvado, Timoteo Glasscock, Juan Simarro y Luis Guillermo Alonso.
Hay edición bilingüe español-portugués: Cristo da Alma (Galo Branco,
Río de Janeiro, 2011). Traducción y prólogo de Cláudio Aguiar; epílogo
de Carlos Nejar.

 EN NOMBRE DEL HIJO (*)

 I
Descorázame el corazón hasta degollar el lagrimeo
de mi redonda pureza que no levanta en vilo al mundo
ni apacigua barbaries con su temblor descuartizado,
con su mortal maestría para estar en duelo a media asta,
yendo y viniendo de miserias más largas que el infierno,
recibiendo directas pedradas en apariencia incurables:
palabras de piedra no quiero mientras cuelgo mi vida
en la tuya, en tu eternidad que debiera ser el centro,
en el rebaño que a veces olvida la historia de tu voz
haciéndose lengua, amor sin tregua como todo misterio
que es milicia para rehilar células sin brújula, altares
de lo completamente muerto o reliquias en gestación
desbautizando al siguiente inmaduro para el vuelo.


SAVIA DE LAS ANTÍPODAS
(2009)

 (*) Savia de las Antípodas (Verbum / Trilce, Madrid, 2009). Edición
trilingüe español-japonés-coreano, con traducciones de An Oshiro y
Juan W. Bahk. Grabados y pinturas de Miguel Elías. Prólogos de Albano
Martins y Kousei Takenaka. Se publica algunos fragmentos del libro.
 La cita será mañana
y se anotará en la historia
de lo sagrado,
y sembraremos orquídeas
en la nieve.
*
¿Buscas resplandor?
La poesía es un reino
que brilla de noche.


OÍDME, MIS HERMANOS
(2009)

(*) Oídme, mis Hermanos / Hört mich, meine Brüder (Verbum / Trilce,
Madrid, 2009). Antología bilingüe español-alemán, con traducciones
de Herbert y Sigrid Becher. Pintura de portada y grabado de Miguel
Elías. El libro está dedicado al maestro Alfonso Ortega Carmona. Se
seleccionan poemas entonces inéditos y que no aparecen en otros
poemarios del autor.

 OJALÁ QUE NUNCA TE SUCEDA

 A ti te tocará otra suerte
cuando se aleje la bonanza
y, al mirar en su vientre seco,
querrás ir tras el pan para los tuyos.

Serás como el recién llegado
que busca comida en la basura
y debe dormir bajo los puentes
mientras todo brilla por arriba.

Tú habías perdido la memoria
de esa pasada ciudadanía
que ataba las hambres a su cuello
y el trabajo a la servidumbre.

Pasarás desmedidas privaciones
para lograr empleos miserables
que los nativos del lugar no desean
y tú harás con puntual esmero.

Todos viajamos en un mismo barco
que sube y baja con la marea.
Por el oro nunca te envanezcas
pues bien puede faltar mañana.

 Sí: ojalá que nunca te suceda.

 HIJOS DE ADÁN

 Implacables fronteras
para estos hijos negros
de Adán
(piden cobijo: no hay)
Los custodios desoyen
(cumplen, solamente)
Ellos arrancaron
sus raíces, allá lejos
(no tenían manzanas
que comer),
pero de nuevo son
expulsados

((esta vez sin culpas).

 ESTACIÓN DE LAS TORMENTAS
(2009)/

VUELTA A CASA
 

Un perro olfateó
mi ropa de forastero
tras largo viaje.
No es visión pasada.
Ayer llegué
a la entrada del pueblo,
pero el perro
no me deja pasar,
aunque
le muestre ternura
o la foto del abuelo
que era de aquí.
Hundo las manos
en esta tierra
y luego me embosco
entre las ramas
del recuerdo.


SER O NO SER
No digas
que estás con las víctimas,
si eres del clan
de los verdugos.
No se inflen de pueblo
tus pulmones,
si no asumes
sus asuntos.
No hables
del pan para el mañana,
si los otros
no tomaron desayuno.


HOMBRES TRABAJANDO
(2007)

(*) Hombres trabajando (Unión General de Trabajadores, Salamanca,
2007). Preámbulo de Agustín Prieto. Pinturas y grabados a color del
artista cubano Luis Cabrera Hernández. Su publicación tuvo escasa
repercusión, pues se creía una poesía de otra época. Se destaca como
mérito, no como demérito. La crisis lacerante de hoy demuestra que la
advertencia estaba justificada.


BENDITA FAENA

Bendita faena esta
de practicar la vieja costumbre
de arrimar el hombro
por el hombre, de pedir
que prevalezca
su dignidad, de agrietar
falsos pedestales
con la voz gastada
por la vida.
 

Bendito este trabajo
de oficina que da
para comer.
 

Bendita esta poesía
cuya llovizna da
para vivir.
 

Cada quien con su faena
y con los labios
abiertos, para que nadie
devore
a
nadie.


PÁJAROS BAJO LA PIEL DEL ALMA
(2006)

(*) Pájaros bajo la piel del Alma (Trilce, Salamanca, 2006). Con pinturas
Sumi-e de Miguel Elías.


PÁJAROS QUE ME ALIMENTARON

Porque comí del pico de los pájaros
sé que no hay engaño en su fantasía
cuando están por el trapecio de la lluvia
o rompiendo mortajas del tosco día.
 

De una selva donde no hay barrotes
bajaban con alimentos a mi boca
para hacerme crecer con los asombros
que todavía hoy me fortalecen.
 

Por comarcas recónditas echaban
migas sobre mis famélicas palabras,
como queriendo traspasarme
la recolección de sus cadencias.
 

¡Vida, color, tiempo, mundo, aire…
en la hermosura de unos pájaros
donándome su escuchable realidad!



OFRENDAS AL TERCER HIJO
DE AMPARO BIDÓN
(2003)


(*) Ofrendas al tercer hijo de Amparo Bidón (Sociedad de Estudios
Literarios y Humanísticos de Salamanca -SELIH-, Salamanca, 2003).
Libro en homenaje a Luis Cernuda. Prólogo de Antonio Colinas.
Grabados y dibujos del pintor Miguel Elías. Partitura del poema “Tres
variaciones sobre el deseo”, del músico canario Pablo Bethencourt


ACASO TENGA TU CORAZÓN CERCA DE MÍ
Acaso tenga tu corazón cerca de mí.
Acaso tengas mi corazón
próximo a tu pecho.
 

El calendario se va dorando
con palabras que escribieras.
 

¿Y la luz?
La luz está dispuesta
para asumir el color de tu lenguaje.
 

Acaso yaces intocado, hostil
con los advenedizos.
Acaso tus lágrimas ya no pierden sal.
Acaso la duermevela se adense
con tus liras.
 

Bajo las frondas más hermosas
tus himnos amanecen
con esa magia que ilumina
la memoria infinita de los hombres.
 

Yo andaba por tus germinaciones
como por un confín donde se desnudan
los misterios.
 

Ciudadano del milagro,
heme aquí saludándote en este cielo

y en el otro.


MADRE SELVA
(2002)


(*) Madre Selva. (Trilce Ediciones, Salamanca, España, 2002). Prólogo
de Jesús Hilario Tundidor. Dibujos del pintor Miguel Elías.


PASADO

Digo de mí que con las lluvias
crecí como las vegetaciones.
 

Después fui tanteando instantes,
sintiendo de a pedazos,
todo hondo en la reflexión.
 

Vi lo que existe y lo que no,
y me conduje con cuidado.
 

El corazón se me fue ajustando
al privilegio de una forma de vida.
 

Sin fatiga, los mitos tomaron asiento
en mi imaginación.
 

Ningún triunfo, salvo
el acreditado amor de los ancestros.
 

Ningún fracaso, salvo
pequeñas injusticias.
 

Digo de mí que fui canto rodado
por ríos de otra realidad.
 

Digo de mí que lo telúrico
me imantó a los blancos cabellos
de la Poesía.


LUCIÉRNAGAS

Me acerqué al encantamiento.
 

Vi farolas al crepúsculo,
mecheros encendidos como fuegos
aleteados.
 

Dádivas volando, centellas
delante de mis ojos.
 

Fue en el tiempo de la infancia.
Fue cuando se tejen asombros
ante la luz de las luciérnagas



LA VOLUNTAD ENHECHIZADA
(2001)




(*) La Voluntad Enhechizada (Verbum, Madrid, 2001). Prólogo
de Alfonso Ortega Carmona y nota de Carmen Ruiz Barrionuevo.
Ilustración de portada de Luis Cabrera. Grabados y dibujos interiores
de Miguel Elías. Hay edición portuguesa, con traducción y prólogo de
António Salvado: O Feitiço da Vontade (Sirgo, Castelo Branco, 2004).


SANTO OFICIO

Con los ojos del amor
y la voz purificada por el tiempo.
 

 Así la entrega de los dones,
el alcance de la ciudad
que
—como guía—
ofrezco a los visitantes.
 

Pero siempre oculto algún tesoro.
No quiero que manchen nuestra mesa
al servirse a manos llenas.


Carátula / Serie Migración, pintura en acrílico sobre lienzo.
Oswaldo Higuchi

Fotografía del poeta / David Arranz (Salamanca, 2012)
Ext.de  Monarquía del Asombro ©
(Antojolía 2013-2001) LANCOM Ediciones ©

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