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SEMANAL DE LITERATURA,ARTES,CULTURA,ESPECTÁCULOS EDUCACIÓN
,MEDIOS Y MAS DESDE TODAS LAS ESTÉTICAS,ÉPOCAS,UN
VIAJE POR Y PARA LA CREACIÓN DIRECTORA :GLADYS CEPEDA LO
PUEDEN ENCONTRAR EN FACEBOOK COMO
"EL SEPYIMO CIELO EN LOS OJOS" AGRADECEMOS LA DIFUSIÓN
Y EL APOYO ALICIA LORENA CALBAÑO (PRENSA) Logo:Ana
Lucía Montoya Rendón UN
GRAN SALUDO PARA TODOS
Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y
hablaba, y hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella
criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde
estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de cualquier cosa, lo
mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres meses.
Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si
esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le metí la toalla en la boca para
que se callara. No murió de eso, sino de no hablar: se le reventaron las
palabras por dentro.
El alba. El alba nada más que una aurora para la aparición de esas dunas mal estibadas que una retina vaga hace avanzar a mi pesar espacio de vuelo de las ultimas parábolas esbozado en las fiebres de los soles estrechados es surge de entre los ensueños que me conmueven aquí el follaje y su escrito en adorno que se extenúa retención de pájaros sobre los muros del delirio regiones muertas de otroras periferias nada más que una aurora extensión de mi mismo al azar de las nubes en el paroxismo de la noche negada acoge incluso aquella en que me libero mis pálidas falanges para medir mi huella han capturado los lugares que de día el cuerpo alucina traducido del francés por Fayçal A. Bentahar
Hay
tiempos donde nos place perdernos por los sentidos.. que nos hacen
viajar por las historias,los poemas,las ficciones,las reflexiones,la
imaginación .Voces en el aire... Allí
nos encontramos sentados absortos o en movimiento pero sin perder
detalle de lo que nos propone el universo mágico de la radio :
nos esperan para compartir un momento distentido,participativo
,dinámico,plural y diverso donde llegan palabras que nos abren
un panorama hacia el universo en la comunicación y la
información .. Cuando
los programas de radio son independientes (autogestionados en
muchísimos casos) la experiencia se hace mas fuerte sin
vedettismos de ningún tipo y mas enriquecedora, entre el comunicador
y el oyente ,donde se forma un camino fundamental para la difusión
de lo que transcurre fuera de los circuitos comerciales de los medios
y todo se hace mas real Aquí
alguno de los ejemplos de estas VOCES ALTERNATIVAS
AL
BORDE DE LA PALABRA:
AL BORDE DE LA PALABRA:
Programa radial emitido en la primera radio por internet de Argentina: www.arinfo.com.ar los martes de 18 a 19 hs.
Conducción: Liliana Varela. Producción: Liliana Varela, Elisabet Cincotta y Patricia Ortiz
Al borde de la palabra nació el el 20 de Mayo de 2008.
EL PODER DE LA PALABRA:
Primero fue sólo de boca en boca, luego quedó impresa y sobrevive a
hecatombes siglo a siglo. No hay duda del valor, de la fuerza de la
palabra: que enseña o conmueve, que mete cizaña, que lacera, o censura,
pero también reivindica y multiplica. Que a veces miente y otras grita
verdades a boca de jarro y se compromete, empuja, arremete. Que nos
endulza, nos enamora, nos envuelve, nos eleva, nos excita; la que nos
lleva por senderos arbolados de fantasía, la que despierta a las musas
que nos habitan y nos motiva en ese ida y vuelta que se traduce en
compartir. Porque todos, TODOS, tenemos algo que decir, algo que escuchar. Porque todos estamos: "al borde de la palabra".
Excelente
definición del programa. Con total participación activa de
los oyentes de todas partes del mundo ,desde la lectura de
textos de todos los géneros literarios en su propia voz o en la voz
de la conductora con una simpatía que nos transmite y nos contagia
,música diversa,donde lo lúdico y lo ameno acompañan sus
propuestas y excelentes e incisivas entrevistas para
mas información http://albordedelapalabra.blogspot.com.ar/
EL
BUHO DE BALVANERA PROGRAMA
CULTURAL DE BALVANERA BUENOS AIRES http://elbuhodebalvanera.blogspot.com.ar/ TODOS
LOS SABADOS DE 12 A 13 HS Conducido
por Cayetano Zemborain,Luis Ferrero y Teresa Casas ademas en la
producción , la agenda cultural gratuita y en todo Capital! con
información imperdible sobre Buenos Aires y su patrimonio histórico
y cultural.
Magazine
periodístico -cultural donde se abarcan con seriedad y profundamente
pero sin acartonamiento, todas las temáticas y problemáticas
de la ciudad y especialmente el Barrio de Balvanera en el
ámbito social,cultural,educativo,político etc,con
efemérides,entrevistas muy atractivas hacia distintas personas y
personajes relacionados al barrio de todos los tiempos no siempre
difundidos en los medios ,la música es el complemento adecuado
para cada uno de los segmentos del programa .
La tarde
está en plenitud, hagamos una pausa y abramos una puerta a la
imaginación... Letras - Arte - Educación Escuchanos en vivo
todos los Martes de 19:00 a 20:00 hs. (UTC-03:00) Buenos Aires,
Argentina RADIO AM 1010 "ONDA LATINA" o por Conducción
y Producción: Luis Raúl Calvo y Nora Patricia Nardo, con la
participación de Adriana Gaspar. Internet ingresando a
www.am1010ondalatina.com.ar.
porque
compartir los sueños es algo digno de celebrar."
Todos
los martes como dice su presentación se abre la puerta a la
imaginación la celebración comienza ,donde el oyente siente que no
puede faltar a ella desde las voces armoniosas de sus conductores,la
profundidad en los temas,dan el tiempo único y necesario ,donde las
voces se expresan con total libertad en un espacio único de
intercambio de opiniones que enriquece Homenajes,lectura de
autores,debates sobre educación,cultura,Psicología etc difusión de
actividades,presentación de libros Entrevistas ,música y el espacio
donde las artes visuales cuentan con la mirada exquisita y la agudeza
del conocimiento la crítica de la Lic y artista Adriana Gaspar
"MAS
DE CIEN MENTIRAS"
MIERCOLES
DE 16 A 17 HS.
RADIO
WILDE CONDUCCIÓN:RAQUEL
FERNANDEZ La
calidez y el virtuosismo en la información logran que el
programa nos de una introducción hacia
la palabra,el arte que nos propone su conductora con una mirada y un
sentir totalmente
humano y poético para
luego calar hondo en las historias de vida y experiencias de
trabajo de
cada entrevista generalmente personalidades en
distintos ámbitos de la zona sur
Grandeza y decadencia de un género: el unitario de televisión
Programas
con el formato total de una hora para desarrollar en la pantalla
hogareña textos de escritores avezados, con actores de primera línea y
los mejores directores de los canales. Una forma de televisión que puede
tener el espacio, el tiempo y la concepción adecuada como para codearse
con las grandes artes
Un joven autor, que acababa de estrenar su primera pieza de
teatro, era invitado al despacho de Marcelo Simonetti, joven y
talentoso director de programación de Canal 7. El director del canal
era un legendario actor, Francisco Petrone, que hacía cosas
desorbitadas como instalar una carpa en la plaza Once y hacer ahí
teatro argentino. Con Un guapo del 900, de Samuel Eichelbaum,
por ejemplo, la llenó de público durante un año.
Simonetti invitó al autor a escribir en un ciclo que tenía el
canal oficial, que se llamaba Historias de jóvenes . El joven
autor -que no era otro que el suscribe estas páginas- manifestó
desconcertado que nunca había escrito para televisión.
"Pero usted escribe teatro... Aquí tiene algunos libretos
para que aprenda la técnica. ¡Métale!", respondió el
director de programación sacando unos libretos de un cajón y
tirándolos sobre la mesa.
Corría 1962 y la anécdota es rigurosamente cierta. Dirigía los
destinos del país el doctor Arturo Frondizi, pero no por mucho
tiempo más. Estábamos en un despacho del viejo Canal 7, al que se
entraba por Viamonte entre Bouchard y Alem, en- frente al café Roma
Olímpica.
¿Y qué era Historias de jóvenes ? Un programa semanal de
una hora de duración, que dirigía un hombre de cine -Rodolfo Kuhn-,
en el que escribían, entre otros, David Viñas -un novelista e
investigador literario- y Paco Urondo -un poeta-. Y ahora se iba a
sumar un dramaturgo. ¿Los actores? Eran actores de teatro de primer
nivel: Norma Aleandro, Jorge Rivera López, Raúl Medina Castro, y
muchos más. Sin darse cuenta, se estaba dando forma a un producto
que daría mucho que hablar en el futuro.
Desde el vamos, Simonetti ya estaba dando por sentado varias
cosas. Primero, que la televisión era un género tributario de otras
artes. Por lo cual, no era malo que lo dirigiera un director de cine,
ni que lo escribiera un novelista o un poeta. Y en la última
aseveración, daba por sentado que un dramaturgo trabajaba en
profundidad una anécdota, y que eso lo capacitaba para hacer una
historia de televisión, sin haberlo hecho nunca antes. Claro, eran
tiempos de pioneros.
Hablando de teatro en prosa y teatro en verso, el gran poeta
inglés T. S. Eliot afirmaba que un poeta, que es dramaturgo también,
es posible que escriba teatro en verso; pero que es imposible que lo
haga un dramaturgo que nunca fue poeta. De la misma manera, quizá
podamos decir que un dramaturgo, un poeta o un novelista puede
aprender las reglas de un libreto de televisión, pero que el ser
autor de televisión no garantiza que se pueda escribir teatro, por
ejemplo. De todas maneras, podemos sacar de aquí algunas importantes
conclusiones.
Estamos hablando de un género de la televisión que se codea con
las grandes artes. Podemos incluir aquí a otras artes relevantes en
la confección de este producto, como lo son la pintura y la música.
Y finalmente, ya le podemos dar un nombre a esta criatura: estamos
hablando del unitario de televisión.
A partir de Historias de jóvenes , que lució su presencia
en la pantalla chica en la segunda parte de la década del sesenta,
la televisión contó con un género: el unitario. Eran programas
generalmente de una hora, que empezaban y terminaban, escritos por
artistas avezados, interpretados por actores de primera línea,
dirigidos por los mejores directores de los canales, con
participaciones de músicos importantes, y a veces de escenógrafos y
vestuaristas que no siempre eran empleados de un canal; y si lo eran,
eran los mejores. Para los empleados de un canal trabajar en un
unitario de esta jerarquía resultaba como ascender. El canal lo
ostentaba como su programa importante, muchas veces tenía los
mejores horarios y, sorprendentemente, llegaron a tener audiencias
muy, pero muy importantes.
¿Eran programas críticos de la realidad? Sí, lo eran. Eran
programas en los que se retrataban las angustias y esperanzas de los
argentinos, en épocas signadas por democracias débiles, y picos de
violencia cada vez mayores. Artistas y públicos se encontraban en
estos programas y pensaban juntos. Aunque los separaran miles de
cables electrónicos.
Pero aunque algunos no lo crean, ésta no era la característica
fundamental de los ciclos. En realidad, era la posibilidad de
experimentación. Libertad de creación había, pero como siempre más
o menos condicionada por códigos y censuras. Este era un espacio -y
ya lo había visto Simonetti al llamar a un grupo tan heterogéneo-
en el que un dramaturgo, un poeta, un novelista, un director de cine
un actor de teatro se podía probar en otro género, en otro estilo,
en otro ámbito. Podía descubrir que una estructura de convenciones
diferentes permite otra mirada sobre la realidad. Y que es
apasionante meterse en ella. Marcelo Simonetti y Francisco Petrone,
se habían anticipado a esta mezcla de estilos que es el arte de fin
de siglo. Y merecen, por eso, todo nuestro aplauso.
Ciclos inolvidables
Programas de unitarios como Cosa juzgada, Nosotros y los
miedos, Compromiso o Yo fui testigo , eran esperados por
audiencias compuestas por grupos muy heterogéneos de personas. En el
interior eran demandados y en muchas ciudades, actores,
profesionales, estudiantes, modificaban los horarios de algunas de
sus actividades nocturnas para poder ver el programa. Aquí podríamos
repetir como el tango, todo eso ha muerto, ya lo sé.
Algunos de estos ciclos se distinguían por alguna característica
muy interesante. Por ejemplo, Las dos , que escribía Juan
Carlos Gené, y en el que tuve la oportunidad de participar, se
enunciaba un clásico, como Tristán e Isolda, o La Ilíada,
y se hacía una versión libre actual. O sea, se trataba de la
historia original a la luz de conflictos actuales.
Mujeres protagonizaban otros ciclos. Una mujer en la multitud
era de Irma Roig, y El teatro de Norma Aleandro era de
esta notable actriz. El de Irma Roig, hoy legisladora, duraba una
hora y media, en cambio el otro sólo una hora, y lo condujeron
talentos tan disímiles en su estilo como la gran directora de
televisión María Her-minia Avellaneda o el director y profesor de
teatro Augusto Fernández. En ambos, se hacía justicia poética,
porque el protagonismo de las historias caía sobre mujeres y la
mirada de la realidad dejaba de estar circunscripta sólo a la visión
del hombre.
{po2f3i.jpg| Las fiestas . Pepe Soriano|}
A fines de la década del sesenta, después de conversar con
Alejandro Romay, Pepe Soriano y el director Héctor Aure convocaron a
un grupo de autores para que hiciera un ciclo que tuviera como
protagonista a este versátil actor. De ahí nació Las fiestas ;
cada programa iba a tener una fiesta como excusa: un cumpleaños, un
casamiento, una despedida de soltero. Entre los autores estaban
Ricardo Talesnik, Carlos Somigliana, Roberto Cossa, el que esto
escribe y el notable Germán Rozenmacher, desaparecido en plena
juventud, que escribió un maravilloso libreto que tenía como centro
un casamiento judío. Actuando a lo grande, Romay invitó a los
autores, al director y al famoso actor a un lunch, en Canal 9.
Mientras se veía el primer programa se opinaba, y por supuesto se
comía. La digestión no fue fácil. El programa no le gustó a
Romay, que pagó los trece libros del contrato y nunca lo llevó al
aire.
¡Hubo que escribir los 13 libros para cobrar! Y como si el azar
rigiera nuestros destinos, esos programas, modificados, fueron a
Canal 13 en 1973, después de la asunción de Cámpora, cuando los
canales volvieron a ser todos del Estado. Constituyeron el núcleo de
un nuevo programa, Historias del medio pelo , parafraseando
una temática que había hecho popular el pensador Arturo Jauretche.
El querido Rozenmacher ya había quedado en el camino.
Aquellos libros, más otros, fueron protagonizados por diferentes
actores. Como sucedería más tarde con las películas de Woody
Allen, y en una escala local, trabajar en ciertos ciclos de unitarios
prestigiaba a los actores. Otra característica que refleja la
potencia de los unitarios es que de muchos de ellos salieron obras de
teatro, o películas. De Historias de jóvenes surgió mi
Estela de madrugada ; de Las fiestas , La Nona de
Roberto Cossa; de Historias del medio pelo , mi novela y
posterior película El soltero .
La noche de los grandes
Hay momentos en los que el arte da pie a una crisis que revela la
situación política. Así sucedió con el dictador Onganía, cuando
se prohibió el ballet Consagración de la primavera con
coreografía de Oscar Araiz. O en 1981, con Teatro Abierto en medio
del proceso. Entre esos dos acontecimientos, en 1975, La noche de
los grandes anticipó la tormenta que se avecinaba.
Era un ciclo espectacular.
Lo dirigía David Stivel, y ya en el primer programa actuaron nada
menos que Alfredo Alcón, Sergio Renán, María Rosa Gallo y la
desaparecida Bárbara Mugica. Con un rigor que no creo que ni
siquiera tenga Hollywood, los autores nos reuníamos tres veces por
semana en casa del director. Eramos Carlos Somigliana, Roberto Cossa,
Juan Carlos Gené y el que esto escribe. En la primera reunión, los
autores exponían la idea de lo que iban a escribir ese mes. En la
segunda, el que estaba de turno leía el borrador de su libro; luego,
corregido, era entregado a la producción. En la tercera, se
analizaba el programa que había salido al aire -que era de una hora
y media- y se ayudaba al director a armar el elenco del próximo
programa. A los dos meses, la triple A nos puso en su mira. Panfletos
diseminados en la calle Florida, con todos nuestros nombres, hablaban
de que dirigíamos una "conspiración judeo-marxista".
Empezaron las llamadas telefónicas a domicilio dándonos
determinadas horas para abandonar el país. Al poco tiempo el
programa dejaba de estar en el aire.
Siempre hubo buenos y malos ciclos de unitarios. Con el proceso,
Nosotros y los miedos, que escribía Juan Carlos Cernadas
Lamadrid y que dirigía Alejandro Doria, era un espacio donde se
podía respirar aire puro y reflexionar. Después, con el retorno de
la democracia, vino el boom de programas como Compromiso y Yo
fui testigo. Quiero pedir perdón por si me olvido de ciclos
importantes, pero estos dos últimos concitaron audiencias
impresionantes en horarios centrales.
En el primero, ya se había sumado la investigación periodística
previa a la escritura del programa. Además, los autores, Cernadas
Lamadrid y el que escribe, invitaban dos semanas por mes a otros
colegas. Pronto tuvieron una incidencia importante Sergio De Checco,
Elena Antonieto y Gerardo Taratuto, entre otros.
En Yo fui testigo, en el que se analizaba la vida de
grandes figuras o episodios de nuestra historia, aparte del cariz
decididamente documental, creo que fue un hallazgo la mezcla entre
ficción, material de archivo y un locutor -el excelente actor Arturo
Bonín en este caso- que en exteriores servía de narrador y
entrevistaba gente. El programa fue estudiado en Alemania y se
concluyó que los argentinos habían creado un nuevo género.
Jamás olvidaré un día de semana, a las 21, hora en que el Canal
13 emitía el ciclo. Corría 1984 y se difundía el unitario dedicado
a Eva Perón. El dueño del café que existía entonces en Arenales y
Riobamba, había puesto un televisor sobre el mostrador y unas
sesenta personas paradas miraban el programa. No era la época en que
los bares tenían pantallas chicas y nunca se había contado esa
historia con tanta objetividad y tantos testigos, anónimos o
notables. Estos sucesos se repetían en todos los programas, en
diferentes ámbitos del país. Algo que no volvió a suceder.
En busca de un futuro
¿Qué pasó? ¿El público no soporta hoy que le hablen en serio
de nada? ¿Tiene casi cien canales y hace zapping todo el tiempo?
¿Prefiere meterse en torneos donde le dicen que va a ganar premios
(yo nunca conocí a nadie que ganara algo), o conocer la pequeña
porquería de la vida de una pareja, contada por sus reales
protagonistas? No voy a decir que de diez años a esta parte no ha
habido buenos ciclos de unitarios porque mentiría. Vaisman y Maestro
han escrito programas de jerarquía y han aparecido miniseries
notables, como las recientes que ha escrito Borenzstein y ha
difundido el Canal 9.
Pero estamos lejos de una televisión de alto nivel.
Y yo creo que el principal problema viene de la privatización de
los canales y el fallecimiento del canal oficial. No sólo no hay
televisión educativa, sino que las buenas películas han pasado al
selecto público que mira cable. Y paga por eso.
Dominados por el fantasma del rating, los canales de aire
arriesgan con cuentagotas. ¿Debe haber más imagen? ¿Sólo
diversión? ¿Telenovelas y sorteos? Nuestra identidad se perjudica.
Al no verse reflejados en la pantalla chica, los ciudadanos
argentinos caminan por la calle, desconociéndose, o mirándose con
gesto huraño. Tienen una vaga idea de que forman parte de un mismo
conglomerado. . Ricardo Halac
Voy
a contarles la historia de una idea. Lo curioso es que no se me
ocurrió a mí, sino a mi amor, Carlos Nahas. Pero me gusta pensar
que algo tuve que ver en ella. Sucede que hace unos años con mi
bagaje de Licenciada en Letras a cuestas, hice una maestría en
Periodismo en la cual aprendí las distintas herramientas de edición
digital. La más interesante de todas fue el blog ya que permitía
la difusión casi diaria de contenidos a través de la web. Y fue así
como me convertí en una ferviente defensora de las virtudes de las
bitácoras.
Por
otra parte mi esposo Carlos, de profesión abogado, hace más de 20
años que comenzó a despuntar el vicio de la Literatura. Y lo hizo
con tal pasión que en ese tiempo lleva editadas dos novelas: El
retorno de Eva Perón (Ediciones
L.V) y Don
José (Creadores
Argentinos). Pero bien sabe de las penurias de los autores en busca
de un espacio para difundir sus criaturas. Por eso abrazó la
propuesta de un blog para difundir sus creaciones y las de los otros
artistas como él. Con el tiempo, la idea fue creciendo y se extendió
a todas las disciplinas artísticas..
Desde
dicembre de 2010 el blog recibió 25.500 visitas. Ha publicado más
de 400 poemas y cuentos, fotos y obras pictóricas de artistas de la
Argentina, el resto de América e incluso de España. El interés de
Todas las Artes Argentina al cual me sumé desde los primeros meses
como coeditora, cuentista, fotógrafa y difusora es el de constituir
un espacio para compartir lo que cada uno siente, piensa o sabe
hacer. El blog no tiene fines económicos sino de disfrute estético
y si de algo nos enorgullecemos es de haber creado una comunidad de
amantes del arte y las letras, abierta a todo el que quiera
participar
.Nota publicada en 2012-Eva Marabotto
Esta
página intenta ser un espacio multicultural donde todas las personas
con inquietudes artísticas, en cualquier terreno que sea puedan publicar
sus creaciones en forma libre y sin ningún tipo de censura. Son
bienvenidas todas las muestras de las bellas artes que los lectores del
blog nos quieran acercar. El único criterio válido es el de la
expresividad, y todo aquél que desee mostrar sus aptitudes no tendrá
ningún tipo de censura previa, reparos o correcciones. Este espacio
pretende solamente ser un canal más donde los artistas de todas las
latitudes de nuestra Iberoamérica puedan expresarse. Todas las colaboraciones serán recibidas ya sea en nuestro correo todaslasartes.argentina@gmail.com o bien en nuestra página en facebook denominada "Todas Las Artes Argentina" (Ir a http://www.facebook.com/profile.php?id=100001343757063). Tambièn pueden hacerse amigos de nuestra Página en Facebook yendo a https://www.facebook.com/pages/Todas-Las-Artes-Argentina/249871715069929
Gato Negro trata sobre la vida de Tito Pereyra (Luciano Cáceres), desde su niñez en un pueblo tucumano durante los años 1950s, hasta los 1980s en Buenos Aires.
Una historia de vida llena de luces y de sombras, un personaje que se
va creando a sí mismo en lucha por torcer el destino que le tocó en
suerte por haber nacido en una familia de bajos recursos en un pueblito
alejado. “Esta historia apunta a la búsqueda de lo esencial y de lo
importante, sin ser aleccionadora. También se vuelve una película de
aventura, muestra el recorrido de un héroe muy particular que por
momentos puede ser muy antipático, pero que a la vez genera empatía”,2 dice Cáceres sobre su personaje.
Gato negro fue una de las películas exitosas del 2014, estrenada el
10 de abril en 51 pantallas de Argentina, con un primer fin de semana
que la ubicó entre las 10 más vistas, con 19.335 espectadores, y 828.204
pesos argentinos de recaudación.34 Tras ocho semanas en cartel, superó los 60.000 espectadores, con una recaudación total de 2.162.000 de pesos argentinos.5
”...Gallo … eligió a este personaje individualista, ambicioso, a
veces inescrupuloso, fiel exponente de la viveza criolla, para
representar a una parte del empresariado nacional. Un objetivo que está
muy subrayado: después de un comienzo prometedor, en el que la lenta e
inexorable escalada de Pereyra consigue atrapar, la película cae en una
bajada de línea demasiado evidente. Durante gran parte de las
-excesivas- dos horas de duración, Gallo se cuida de mantener a su
protagonista...el único personaje bien desarrollado, en la ambigüedad:
no es un héroe ni un villano, simplemente un hombre tratando de
sobrevivir. Pero con el correr de los minutos, el trazo se va volviendo
más grueso. A medida de que Pereyra se va hundiendo en el fango y la
tragedia, la película cae con él. Aparecen diálogos obvios, gritos,
puteadas, sobreactuaciones: elementos que recuerdan a un cine argentino
del pasado que es mejor olvidar”.6
”…Quizá los momentos más objetables de la película sean...los
referidos a la infancia en Tucumán y Buenos Aires allá por 1956. Estiran
el comienzo, provocan rechazo hacia el personaje...son un gasto enorme,
y hubieran podido reducirse, o incorporarse como flashbacks del segundo
capítulo. Cuando éste al fin llega, y tras algunas vueltas el personaje
se asume como un joven buscavidas en un conventillo de malandras y
quiere salir más o menos por derecha, la historia empieza a caminar y
logra llevarnos, cada vez más ligero. El ascenso comercial y social…, el
modo tramposo en que hace sus primeros negocios fuertes, enseñado por
dos pícaros comerciantes, la cancha para intercambiar más adelante, con
los militares, un favor por otro…, la pulseada con los sospechosos
directivos de la Aduana, ya en democracia, los acuerdos con los chinos,
la presión a la justicia apelando a viejos métodos, en fin, todo eso es
atractivo y está contado con nervio y buen poder de síntesis.
Paralelamente, corren otras dos historias. Una es la familiar, con el
odio hacia los padres, la paciencia del hermano, la mediana cordura y la
reconciliación que trae el tiempo. Esa también se plantea mal, pero va
mejorando cada vez que reaparece. Y la otra, es la historia con El
Familiar, temible monstruo de los ingenios tucumanos, que es donde
empieza todo, y donde la Salamanca promete y cumple, pero también cobra.
Nadie se puede quedar tranquilo sabiendo que un día habrá de pagarle.
La película es irregular, ambiciosa, excedida, con varios defectos que
incomodan al espectador, pero también se hace atractiva, y hacia el
final también atrapante, con destacable esfuerzo de ambientación, y un
amplio elenco haciendo caracteres vivaces, creíbles, para pintar además
un costado poco visto de nuestra historia, sin caer en maniqueísmos.
Evoca a veces el espíritu de otro realizador tucumano, Gerardo Vallejo, y
lo hace bien, con un paso adelante en algunas cosas.”7
”Si algo debe destacarse de Gato negro es su cuidada dirección de
arte, que reconstruye el devenir argentino desde la primera mitad del
siglo XX hasta entrado el gobierno de Alfonsín. ...se suceden
costumbres, modas y vaivenes político-sociales que el film no omite en
busca de una construcción que tuviera también anclaje en la historia
argentina reciente. Por razones productivas (aunque también
estilísticas), el cine argentino contemporáneo se encuentra mucho más
vinculado a la urgencia cotidiana que a la reconstrucción histórica, con
lo cual este esfuerzo -acertado en su matriz visual- debe
valorarse….pero el film… sucumbe por la misma debilidad que endilga a su
protagonista. Lo profuso del relato, la cantidad de personajes y los
anclajes en la realidad política culminan por desdibujar al conjunto en
virtud del inevitable trazo grueso ante tanto caudal narrativo.…Gastón
Gallo no duda en arriesgar los límites de un relato que hubiera tenido
más fortuna acotando sus intenciones o desarrollándolas en una serie
televisiva….El director debe depurar mucho más su estilo para conquistar
el vuelo creativo que requiere una película, aunque supera con creces a
muchos productos que, con similar planteo, se exhiben por televisión.”8
Matías Lértora opinó:
”Hay que aplaudir de pie al equipo de producción y dirección de arte
de esta película, la recreación de época es formidable en todo sentido:
desde las locaciones hasta el vestuario pasando por el más mínimo
detalle. Un producto nacional del bueno que quien lo ensucie porque la
historia no le gustó o no lo atrapó no sabe contemplar un film como “un
todo”. En su ópera prima, el director Gastón Gallo logra llevar adelante
con mucha altura un film que ni por asomo parece ser el primero en la
carrera de un director, no solo por lo señalado más arriba sino que
también por su montaje y fotografía. Una gran mención aparte merece
Luciano Cáceres por su enorme actuación componiendo a ese tipo
despreciable -pero con matices queribles- a lo largo de varios períodos
de tiempo, desde un pobre obrero en Tucumán de la década del 60 hasta un
poderoso y corrupto empresario en los 80s de Buenos Aires. Su hablar,
caminar y gesticulaciones de acuerdo al paso del tiempo y situaciones de
la vida son formidables. Tanto lugar ocupa su papel que se come al
resto del elenco: Leticia Bredice, Luis Luque y Lito Cruz. El único
problema que tiene este estreno es su historia, no porque la misma sea
mala porque no lo es, sino porque da la sensación de que tarda mucho en
comenzar y llegar a un verdadero conflicto que atrape al espectador. Lo
que ocurre es que el conflicto central es la transformación y vivencias
del personaje de Cáceres y, aunque esté perfectamente actuado, uno se
queda esperando a que ocurra algo y eso recién viene sobre el final.
Lamentablemente esto le resta un par de puntos a la película porque sino
sería perfecta.
Últimamente querer a los villanos está muy de moda, sobre todo en televisión (El patrón del mal y Breaking Bad
son los ejemplos por excelencia) y el cine ha hecho grandes trabajos
con los antagonistas, una materia pendiente en la esfera nacional que
comienza a saldarse con creces en Gato negro.9
El crítico Ezequiel Boetti opinó:
”Irregular, imperfecta, desmesurada, ambiciosa, por momentos
desprolija y siempre al límite del desbarranque: todo esto y mucho más
es la curiosísima Gato negro. Curiosidad proveniente mucho menos de su
forma y temática (una historia clásica de un self-made man que pasa de
mendigo a millonario), sino más bien por el carácter extrapolado del
actual contexto cinematográfico argentino. Así, cuando gran parte de las
producciones apuestan por la pequeñez, el minimalismo y la falta de
claridad conceptual al momento de definir qué contar y cómo hacerlo,
Gastón Gallo va por absolutamente todo, construyendo una historia que
por momentos parece ser más grande que la vida misma….Como en Scarface…
aquí también el protagonista (Luciano Cáceres: impecable) está siempre
al límite del desborde y se genera la empatía del espectador por un
personaje inescrupuloso….Gallo se aleja de la sofisticación del De Palma
para, en cambio, construir un film más cercano al culebrón histórico,
con personajes que entran y salen de la historia… metáforas obvias,
música para subrayar emociones y una puesta en escena funcional a la
utilización de los planos cortos propios del lenguaje televisivo. Es
cierto que todo esto permitiría hablar de una película fallida, pero la
autoconciencia en el uso de sus recursos y la aceptación de sus
limitaciones, la sinceridad con la que se articulan los distintos
elementos y las ganas de ir siempre por más hacen de Gato negro una
película similar a su protagonista, una película con alma, vísceras y
corazón. Justo aquello que gran parte del cine argentino parece haber
perdido."10
Javier Ponzone escribió sobre el filme:
”Película muy ambiciosa por parte de Gastón Gallo que termina
funcionando por el excelente trabajo de Luciano Cáceres, quien da una
clase de actuación en este largometraje. Leticia Brédice nos entrega un
personaje diferente al que estamos acostumbrados, mientras que Posca,
Luque y Lito Cruz dan vueltas cumpliendo con su rol, pero no sorprenden.
La película tiene momentos históricos muy bien realizados, pero quizás
te mareas un poco. Más allá de todo eso, es una película muy interesante
para ver y analizar."11
El comentario en Rating Cero fue:
"Película muy ambiciosa por parte de Gastón Gallo que termina
funcionando por el excelente trabajo de Luciano Cáceres, quien da una
clase de actuación en este largometraje. Leticia Brédice nos entrega un
personaje diferente al que estamos acostumbrados, mientras que Posca,
Luque y Lito Cruz dan vueltas cumpliendo con su rol, pero no sorprenden.
La película tiene momentos históricos muy bien realizados, pero quizás
te mareas un poco. Más allá de todo eso, es una película muy interesante
para ver y analiza
Fallecido en diciembre pasado, Estrella sostenía que para trascender
había que pensar en la gente. Fue un promotor del “urbanismo social
participativo”, al servicio de las necesidades populares.
"Si quieren hacer cosas que trasciendan, no piensen en ustedes,
piensen en la gente.” Esta era una de las afirmaciones que más
sólidamente escuchábamos de boca de Fermín Estrella. Y no eran sólo
palabras: esa frase resumía la manera en que actuó en su vida personal y
en el desarrollo de su carrera profesional como arquitecto. Sus
palabras siguen presentes en muchos de quienes lo conocimos y tuvimos la
posibilidad de trabajar con él. Luego de su
fallecimiento, el 2 de diciembre pasado, su enseñanza y su práctica
continúan vigentes. Es que Fermín Estrella fue un arquitecto que supo
conjugar el conocimiento disciplinar, la experiencia, la innovación y
creatividad. Todo esto con la grandeza de quien siente que siempre está
aprendiendo; con un gran espíritu de entrega y compromiso total hacia la
gente. En su extensa producción hay muchos ejemplos en
ese sentido. Parte de su carrera se desarrolló en México, donde vivió
exiliado durante la dictadura, entre 1976 y 1983. En ese país realizó y
construyó planes y proyectos especiales de vivienda social
participativa, educación y equipamiento social, urbano y rural. Fue
diseñador de las llamadas “Tecnologías Nacionales de Industrialización
Adecuada”, con énfasis en el diseño sistematizado, ecotécnicas y
planeamiento. Su destreza estaba basada en estrategias de diseño
participativo, racionalidad constructiva y reducción de costos, siempre
al servicio de las necesidades populares. A través de
su producción, Fermín sentó las bases para pensar la arquitectura como
un elemento que funcione a modo de plataforma en la generación de
comunidad. Por eso siempre puso énfasis en la participación de la gente,
aquellos quienes son los que habitan las viviendas y pueblan las
escuelas de docentes y alumnos. Estaba convencido que la comunidad y la
gente son los verdaderos promotores de los cambios revolucionarios. Desde
sus inicios, como el gran arquitecto social que era, entendió el rol
profesional desde otro lugar. Fue un luchador destacado de la generación
formada en los 60 y 70 en Argentina, un promotor del “urbanismo
social”, cuyos faros eran la lucha por el derecho a la tierra y a la
vivienda de los sectores populares. Su impronta innovadora y al servicio
del pueblo se puso de manifiesto en sus experiencias en el campo de la
vivienda popular. Y quedó plasmada en su última intervención con la
comunidad: estamos cumpliendo un año de la ocupación del predio
denominado Barrio Papa Francisco (Villa Lugano-CABA), en el cual Fermín
trabajó en la Propuesta de Programa de saneamiento, construcción de
viviendas, y centros comunitarios, realizado junto al equipo del Taller
Libre de Proyecto Social de la FADU-UBA (del cual era profesor titular
honorario), que luego se tomó como base para un proyecto de ley
presentado en la Legislatura (www.tlps.com.ar). En ese barrio compartió
jornadas de trabajo con las familias necesitadas, a quienes trataba de
igual a igual, no como el del “arquitecto” que desde arriba les dice
cómo tienen que vivir. En el Barrio Papa Francisco, Fermín enseñó y
aprendió. Ese es uno de esos barrios y/o villas que
Fermín denominaba “pueblos emergentes”, que crecían dentro de la ciudad
como consecuencia de la emergencia habitacional producida por la crisis
social que viven las miles de personas que no pueden satisfacer sus
necesidades básicas de vivienda, sometidos a las nuevas formas de
urbanismo inmobiliario que profundizan la desigualdad en la ciudad.
Fermín entendía que esa ciudad de crecimiento espontáneo posee una
vitalidad extraordinaria, que articulada con asistencia social,
financiera y profesional, podría producir un crecimiento armónico y
orgánico de esos sectores de la ciudad, que llevaría a la integración
territorial, lejos de la estigmatización permanente. Nunca
se rindió ante la necesidad de generar los cambios sociales, aceptando
el desafío académico y profesional de buscar un nuevo camino para
resolver y construir un proyecto junto con la comunidad afectada.
Pensando en nuevos barrios y no en villas, que puedan construirse con el
trabajo genuino de los propios habitantes, con posibilidades
alternativas de resolución, arraigadas en la historia y la experiencia
que tienen nuestro pueblo y los docentes y profesionales de nuestro
país. Creyendo en la posibilidad de un crecimiento urbano inclusivo,
donde los habitantes estigmatizados pasen a ser ciudadanos reconocidos
de nuestras ciudades. Fermín ha sido un constante
promotor y difusor de estas ideas y de las herramientas para ponerlas en
práctica. Lo ha hecho principalmente entre los jóvenes, en el constante
intercambio con los centros de estudiantes tanto de la FADU-UBA como en
la FAU-UNLP. Era uno más entre ellos, humilde y con
deseos de transmitir su experiencia y ansioso por seguir aprendiendo de
los profesionales noveles y del pueblo y sus procesos. Afirmaba que
“nadie puede cambiar la realidad si no la conoce”. Entonces, en su
memoria, hay que empezar por conocerla. Somos muchos los que hemos
aprendido ese camino con Fermín; y somos muchos los que lo estamos
continuando. * Arquitecto, integrante del Taller Libre de Proyecto Social, FADU - UBA
El dibujo de modelo vivo permite explorar y descubrir los más variados aspectos del arte dibujístico.
En este ejemplo, se trabajó inicialmente sólo el contorno de la figura,
empleando una finísima punta de caña común y tinta china. Luego, se
elaboró más el dibujo mediante una rápida y espontánea aguada,
procurando representar el volumen del cuerpo sin perder la frescura
original del boceto. La mancha decididamente negra a los pies de la
modelo le confiere una base de solidez, a
la vez que equilibra la mancha más clara del pelo y del ángulo del
brazo y codo derecho. El trazo de aguada a lo largo de la columna
dorsal, acentúa la curvatura de ésta y el gracioso quiebre a la altura
de la cintura. A partir del modelo vivo, vamos explorando otros
campos del dibujo, como, en este caso, el empleo de medios no habituales
(como la caña) y la espontaneidad de línea que con ellos se logra, y el
estudio de los valores tonales que dan volumen a la figura. Los
trabajos que estoy presentando corresponden a apuntes que tomé en
talleres de dibujo de modelo vivo que he conducido y que reiniciarán el
sábado 9 de mayo de 17 a 19 hs en el Centro Cultural Sendas del Sol,
Lambaré 990 (Lambaré y Corrientes, estación Ángel Gallardo, subte B). La
primera clase es gratuita. Se proporciona material impreso como
guías de estudio y reproducción de obras de grandes dibujantes. Un
ambiente propicio, acompañado de agradable música y gaseosas, café, té y
bocadillos para saborear en las pausas. Dibujantes con y sin
experiencia. Único material necesario: papel y cualquier medio que deje
una impresión en él (lápiz, carbonilla, pastel, acuarela, rotulador,
estilógrafo, etc.). Modela: Natalie Modelo Vivo.