viernes, 16 de enero de 2015

Lic Adriana Gaspar-El cielo blanco de la memoria y de la infancia Por Ileana Andrea Gómez Gavinoser

Lic.Adriana Gaspar
 (Expone en Galería Forma)



Emoción, sensibilidad y sensorialidad son las características más profundas de esta artista plástica, que dota a sus cajas-objeto de belleza y de significado.  Adriana Gaspar es una artista que le aporta al conceptualismo un rumbo propio dotado de memoria, vida y color. Así se aleja del arte tradicional, e imbuida e influenciada por la obra de Marcel Duchamp realiza un puente entre los comienzos del siglo XX y los atisbos del siglo XXI, el presente, el que estamos viviendo. También la artista vincula la pintura y el objeto conceptual y lo llena de significados nuevos y personales. Basada también en la obra plástica de Louise Nevelson, con sus obras-cajas en madera, Adriana Gaspar abreva en las fuentes mismas de la vanguardia y combina la figuración con algunas miradas abstractas propias de este arte casi escultórico. El resultado es un lenguaje nuevo y una  mirada profunda  que bucea en los espacios de la memoria. Memoria artística y memoria individual donde el arte y la persona  se funden en un solo ser.  La serie de Cajas-Objeto, denominada “Imaginario de la Infancia”, narran y poetizan sus más caros recuerdos de su niñez; hechos y etapas que son gérmenes de la vida de todo ser humano.  Lejos de un psicoanálisis superficial, la serie de cajas blancas, las que serán expuestas a partir del 20 de mayo de 2006 en la Galería Forma, describen las fantasmagorías que habitaban en sus sueños de niña, rastros oníricos de mundos inconscientes que poblaron su vida escolar, sus momentos de felicidad, sus momentos de desdicha. Plásticamente y  simbólicamente hablando, las sillas, los zapatos, el guardapolvo, la escarapela surgen en relieve en el montaje de las cajas pero a la vez se mimetizan con un fondo también blanco, donde habitan todos los misterios, todos los enigmas y los cruciales y decisivos pasos para su vida posterior. Así como el negro nos inspira la noche, el blanco no es vacío, vuelve a significar los enigmas de la artista Adriana Gaspar. Adriana Gaspar necesita de la tridimensión  para transmitirnos sus espejos, donde convergen las miradas de todos los espectadores de su obra.  Relieve, volumen, letra manuscrita. Todo se conjuga en un conjunto plástico-poético-simbólico donde no hay más que mirar al pasado para hacer surgir la memoria y los recuerdos de niña de  Adriana Gaspar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El septyimo cielo en los ojos n°60