jueves, 15 de enero de 2015

Muestra en Galería Forma de la Artista Adriana Gaspar

El Sábado 3 de agosto de 2013 la artista visual Adriana Gaspar –subdirectora de la Revista Generación Abierta- inauguró una muestra en la Galería Forma, Thames 1620, CABA. La presentación que contó con una gran cantidad de público presente, estuvo a cargo del Lic. Luis Raúl Calvo –poeta y director de la Revista Generación Abierta.

Las directoras de la galería, Mónica Cassini  y Ana María Hirleman tuvieron como siempre una cálida recepción tanto para la artistas como para el público presente.
Durante el transcurso de la exposición que duró un mes, se realizó un encuentro coordinado por la Lic. Ofelia Funes, quien dialogó con Adriana Gaspar. Fue muy interesante esta reunión ya que la expositora pudo comentar aspectos relacionados con su proceso creador y como se fueron  gestando sus propias obras, lo cual resultó de sumo interés para el público presente, quien también participó del diálogo, enriqueciendo el evento.
A continuación transcribimos dicha presentación:

“El tema del tiempo, el pasado, el presente y el futuro confluyen en la obra de Adriana Gaspar como algo que alude a su propia identidad, a sus propias raíces.
Siguiendo una concepción estructuralista, esto ya lo veníamos advirtiendo algunos años atrás en los comienzos de su etapa de cajas-objetos que ella comenzó a transitar, en una línea de profunda introspección, de marcada interioridad con su propio yo.
Si en aquel momento el acento estaba puesto en mostrarnos esos imaginarios de la infancia que cada uno tal vez comenzó a transitar como en un breve itinerario personal- al ser partícipes de su obra y recrearlas con nuestra propia subjetividad- la actualidad de nuestra artista la encuentra como sumergida en capas todavía de mayor profundidad que la anterior.
Esto nos recuerda a algunos de los conceptos señalados por Dider Anzieu- psicoanalista francés (1923-1999)-  en su libro “Psicoanálisis del genio creador”, cuando nos dice entre otras cosas que ser creador es ser capaz de una regresión rápida y profunda que da lugar al cumplimiento de un movimiento regresivo ligado a una crisis interior y que a su vez moviliza representaciones arcaicas.
Sus actuales collages y técnicas mixtas conmueven y conllevan una gran carga emocional, por lo que transmiten.
Por eso, si bien estamos en presencia de una obra conceptual, donde priman muchos contenidos simbólicos, la composición general  es de una gran fuerza expresiva.
La mirada de Gaspar en general es una mirada intimista sobre los temas esenciales  como la vida y la muerte, hay elementos incorporados que aluden simbólicamente al nacimiento a través del cordón umbilical, otros están enraizados en una concepción que apunta al agujero negro, como aquellas zonas del espíritu que han quedado como dañadas, quemadas, en ese contacto diario del ser humano con su propia historia personal y con su entorno.
Sin embargo también observamos una mirada social. En uno de los trabajos presentados alude a Eva Perón y a Victoria Ocampo en posiciones inversas, lo cual sorprende al espectador, tal vez  por esa visión estereotipada y prejuiciosa con la cual a veces suelen verse los hechos de la historia.
Lo que siempre permanece vigente en la obra de Adriana Gaspar  y la distingue es la persistencia de un  lenguaje -que más allá de la formas que vaya adoptando su decir- es acentuadamente poético, lo cual le da belleza, sentido y unidad al entramado de sus series.
Esta muestra nos confirma una vez más que estamos en presencia de una verdadera artista, de alguien que con hondura, autenticidad y compromiso nos revela esos complejos mundos interiores que habitan en cada uno de nosotros”.

Luis Raúl Calvo

Muestra en Galería Forma: diálogo y presentación de la Artista Plástica Adriana Gaspar con Ofelia Funes


En la obra de Adriana veo una profunda búsqueda interior, en la que la memoria funde en un todo homogéneo fragmentos, recuerdos que conserva , en una organicidad que se va a prolongar hasta el presente, y ese todo va a constituir su subjetividad, donde se encuentra su propio yo, como dice Luis Calvo en la presentación del programa. Una vez oí a un poeta decir, “Quizás somos lo que recordamos”

Esa duración temporal, esos recuerdos fragmentados que se reúnen en un todo armonioso, para constituir la subjetividad, está siempre presente. Es el ser en el devenir de la vida, idéntico y cambiante a la vez, en una interioridad que carece de toda idea del espacio. Porque no está en el exterior, sino en la propia interioridad, es el ser de la conciencia.

La artista trabaja con hojas quemadas de libros viejos, que marcan la exterioridad del reloj, la de la finitud de todas las cosas. En la serie Mujeres de dos mundos, en el cuadro en el que están presentes Eva y Victoria, las miradas no se encuentran, están en espacios separados. El cuadro tiene un referente en la obra de teatro “Diálogo imaginario”, entre Eva Perón y Victoria Ocampo, dos mujeres que lucharon por los derechos de la mujer, y sin embargo no pudieron unir sus fuerzas, no pudieron trabajar juntas. Se percibe en la obra la angustia de la incomunicación, de la incomprensión.

En la segunda serie, la del 2013, Introspección, continúa la búsqueda, continúa rastreando en su interioridad, profundizando en esa identidad siempre cambiante, y plasma simbólicamente la mirada que escudriña, que atraviesa su mismidad, esa subjetividad conformada por la memoria, buscando a la mujer niña que marcó su vida, quizás para darle la mano y ayudarla a caminar. Al objetivar su búsqueda, al convertirla en objeto, la artista entra en la red de comunicación, y nos hace partícipes.

En esa objetivación, es fundamental el lenguaje formal elegido, la técnica, eso es lo que distingue al artista, todo ello sin dejar de tener en cuenta la reflexión del crítico Jorge Fondebrider, quien en uno de sus trabajos afirma: “…sin olvidar que la técnica no es dogma, sino apenas un medio por lo que su empleo es absolutamente facultativo y depende de las necesidades de cada uno. Y estas están directamente ligadas a dos ejes: la tensa relación en que cada época mantiene el presente con el pasado, y el temperamento de cada artista.” Teniendo en cuenta esta definición, podemos decir que todos podemos tener ideas muy lindas, emociones fantásticas, estremecernos ante un amanecer, pero no todos podemos objetivar, graficar, ejecutar, crear un lenguaje adecuado para simbolizarlo. Adriana va a partir desde la palabra, busca libros viejos donde lo escrito tenía que ver con sus recuerdos, y los quema. Interviene fotografías para rescatar miradas. Arma collage. Así se muestra y al mostrarse, nos muestra el mundo de la mujer en su intimidad, y ya no le pertenece, nos pertenece a todos.

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