martes, 6 de octubre de 2015

Poesía a dos voces :EL poema Negro -P.Guillman -Banda Guillman


Cuando moría me abrazó
Y con voz quebrada y lastimera
Me dijo que en prueba de este amor
Me dejaba su blanca calavera

[II]
Que la robara de su propia tumba
Y que en mis horas alegres o de duelo
Su espíritu vendría desde el cielo
Y a través de ella me vería

[III]
Y el tiempo pasó
Siento su voz
Reclamándome
¡Cumple tu promesa!

[IV]
Al fin llegó la noche
Llena de oscuridad y viento
Batiéndose la lluvia y los truenos
El mar rugía a lo lejos

[V]
Ardiente el corazón y presa de terror
Escalé la muralla de los muertos
Sentí de inmediato su presencia
En aquel viejo cementerio

[VI]
Nada cambiará
Siempre estarás allí
Mirándome…
Aunque tus ojos ya
¡no me puedan ver!

[VII]
Por las calles sombrías
Del desierto camposanto
Llegue así a mi destino
Rodeado de coronas y de santos

[VIII]
Una lámpara me dio el brillo
Rompí su mármol con un martillo
Una ráfaga pestilente
¡un fuerte olor a muerte!

[IX]
Al fondo de la caja
Entre vendajes y mordajas
Olas de hirvientes gusanos
Se la tragan lentamente

[X]
De sus brillantes ojos
Quedan dos grandes huecos
Y de esa boca que era tan apasionada
Una muda y terrible carcajada

[C]
Éste amor
Es mi dolor
La locura
Contra la razón [bis]

[XI]
“De su belleza que radió cual astro
No había allí tan siquiera un rastro
Era un informe y corrompido andrajo
La miré contristado, mudo, inerte
Medité en los festines de la muerte
Y me hundí en el sepulcro abierto a tajo.”

[XII]
“Temblorosas tendiéronse mis manos
Al inmenso hervidero de gusanos
Busqué de la garganta las junturas;
Nervioso retorcí; hubo traquidos
De huesos arrancados y partidos…
Hasta que hollando vi las sepulturas”.

[XIII]
“Huí miedoso entre las sombras crueles.
Creyendo que los muertos en tropeles
Levantaban su forma descarnada
Corriendo a rescatar su calavera
Esa yerta y silente compañera
De la lóbrega noche de la nada…”

[XIV]
“Eso pasó… fue ayer… hoy, en mi mesa
Cual escombro final de su belleza
Helada, muda, lívida e inerte
Sobre mis libros en montón osa
Cual una gigantesca y blanca rosa
¡Que ostenta la risa de la muerte!

[XV]
Sus grandes cuencas como dos cavernas
Me miran inmóviles y eternas
Y soñando la veo transformarse
En lo que era y comienza acercarse

[XVI]
Me siento suyo, la siento mía
Pero pronto mis pupilas me despiertan
Para mostrarme la imagen de la muerte
Que estática y sombría me contempla

[XVII]
Cuando yo me muera
Linda calavera
Me acompañarás
Hasta la eternidad

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