sábado, 31 de mayo de 2014

Generación Abierta: Sus primeros 25 años Por NORA PATRICIA NARDO Nardo




Que esta batalla de palabras, de ideas se profundice y siga rompiendo muros



Este es un nuevo número de la Revista Generación Abierta, pero tiene la particularidad que la misma cumple un aniversario importante, veinticinco años de su existencia. Se celebra entonces la continuidad de un proyecto colectivo. Desde la Sección Educación, nos propusimos poner en discusión, tensión y reflexión la calidad de la educación de los niños y jóvenes de nuestro país, los cambios en los procesos de enseñanza y en los procesos de aprendizaje, las políticas educativas de cada momento, la función de la educación, la ética de los profesionales que trabajan en las instituciones educativas. Nos hemos referido teniendo en cuenta a los sujetos de la educación que habitan la escuela hoy, hemos dialogado con profesores comprometidos, que reciben a sus alumnos en su diversidad, que tienen en cuenta un proyecto de país, y que luchan por un futuro mejor. Hemos abierto el diálogo acerca de la convivencia de nuestros adolescentes y adultos y otras maneras de relacionarnos a través de la figura de la Mediación Escolar para resolver los conflictos, hemos hecho referencia a los nuevos modos de relacionarnos a través de las nuevas tecnologías y el uso de nuestro lenguaje. Nos cabe reconocer el trabajo permanente de nuestros colaboradores en estos temas que han realzado la calidad de cada entrevista y de cada artículo, preocupados por enriquecer el debate y la reflexión de nuestros lectores. En especial a la Lic. Alicia Neira y a la Lic. Ana María Ruíz. Son los sueños los que nos unen, los que hacen que colectivamente sostengamos este proyecto, son las ideas las que nos hacen fuertes y cuando las fuerzas se unen con las ideas y los valores, logramos ir transitando este camino que cumple veinticinco años. A partir de la lectura de nuestras páginas hemos conocido el pensamiento de hombres y mujeres que han marcado nuestras subjetividades de alguna manera especial. Disfrutamos a escritores, educadores, músicos, artistas visuales, teatrales, investigadores que han hecho historia, hombres y mujeres que nunca claudicaron en sus principios y que desde su lugar también han historia. Me conmueve en particular la fuerza de Luis Raúl Calvo, pues abre a través de su revista las tranqueras y nos sumerge a la belleza que nos puede brindar la lectura de artículos que abrigan a la cultura de un país y a su memoria, conforme a sus convicciones de que un país que olvida no tiene un porvenir venturoso y transparente. En estos mezquinos tiempos, Generación Abierta nos muestra que la poesía y el arte siguen vivos, resisten y nos devuelven otra mirada de nuestra existencia. Que los pensadores y los educadores chocan contra los límites de la realidad y trabajan día a día para producir diferentes movimientos en pos de visualizar rostros dignos de un presente y futuro mejor. Dejamos marcas, no hay duda, no nos abandonamos al encierro, hemos crecido a través de la palabra a otras latitudes y hemos construido lazos de hermandad a través de navegar con las palabras y nos hemos unido todos a través de diferentes emociones, no nos subsumimos al silencio y hemos abierto las voces, libres de poder expresarnos, con la libertad que nos brinda la democracia de este país desde hace treinta años, libres al servicio de la verdad, libres al servicio de la comunidad, libres al servicio de nuestros ideales, de nuestras utopías. Desde esta libertad hemos compartido nuestra historia, sin olvidarnos de nuestro pasado de lucha, torturas, muertes y desaparecidos. Cada generación -diría Albert Camus- “se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no podría hacerlo, pero su tarea es quizás mayor. Consiste en impedir que el mundo se deshaga”. Es así que cada uno de nosotros nos inspiramos para continuar luchando por nuestros ideales y nuestras convicciones en permanente diálogo fluido y un espíritu constructivo. Y así Luis Raúl Calvo a través de Generación Abierta nos cobijó durante todos estos años lo que nos da la fuerza para seguir brindando artículos de excelencia y de innovación Me queda por agradecer a los lectores, colaboradores y al Director por conducir este proyecto, a veces en situaciones adversas, pero siempre con el mismo ímpetu, y a toda la comunidad de Generación Abierta que hacen posible que continuemos con nuestros sueños. Ahora nos enfrentamos a nuevos retos acerca del futuro de una revista cultural en formato papel, en estos contextos globalizados, el conocimiento y el saber son esenciales para continuar reflexionando. Son nuevos desafíos que están presentes. Generación Abierta es un símbolo de lo que significa afrontar nuevos retos en el campo de la cultura y de la educación, lo que para muchos era un imposible hoy continua proyectándose con perspectivas pedagógicas, investigativas, sociales y culturales hacia el futuro. Que todos los logros alcanzados por el colectivo de Generación Abierta estimulen a las nuevas generaciones y sirvan para superar con optimismo los escollos futuros. Creo que todos desde algún lugar hemos contribuido al desarrollo cultural de nuestro país, por eso es esperable que estos esfuerzos den continuidad a la apertura de nuevas ideas. Es necesario destacar que Generación Abierta no ha recibido el apoyo monetario de ninguna institución pública o privada, ni tampoco ha sido subvencionado. A pesar de esto, y tal vez por este mismo motivo, ha puesto sus energías y sus desvelos para concretar este sueño. Esta obra centrada en extender la docencia, ha tenido descendientes de distintas generaciones que han abierto el camino a las generaciones posteriores, por lo cual entraña a la vez, la enorme responsabilidad de honrar los esfuerzos, el sacrificio y el entusiasmo para que este presente que nos corresponde tenga la posibilidad de contribuir con este proyecto, con honor y dignidad. Intentamos en esos 25 años que esta batalla de palabras, de ideas se profundice y siga rompiendo muros, sin olvidar a los grandes pensadores que han pasado por estas páginas. Hemos construido narrativas, que dan significaciones a nuestra memoria histórica. Umberto Eco ha dicho que la pérdida de la identidad también es la pérdida de la memoria, por eso a través de nuestra revista hemos querido salvaguardar la memoria histórica. Al decir de Eco: ‘nuestra identidad se fundamenta en la larga memoria colectiva’, asegurar nuestra identidad cultural, e intercambiar estas visiones con intelectuales de otras latitudes es uno de nuestros mayores propósitos. Creemos que recuperar la palabra, ser productores de conocimiento y de nuestros relatos es una manera de salvaguardar nuestra identidad y de incorporarnos al mundo globalizado sin temor a degradarnos a ser solamente consumidores.

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