domingo, 26 de enero de 2014

CLASICOS DEL 7ºARTE:EL ACORAZADO POTEMKIN



En 1925 se le encargó al director Eisenstein(U.R.S.S.) el llevar a cabo esta obra para conmemorar el vigésimo aniversario de la revolución social de 1905 por la Revolución bolchevique.
El acorazado Potemkin significa un nuevo aporte a la narración cinematográfica en términos de lenguaje visual. Tras la genialidad de Griffith en el trabajo de escala de planos, Eisenstein observa otra función que puede realizar la cámara al inclinarla, lo que da como resultado un énfasis o una sensación distinta en lo que se relata.
Por otro lado, se trata de una película que refleja el espíritu de la época en que es realizada, y en la que todo elemento es utilizado como propaganda para la legitimación ideológica de una revolución naciente. En este sentido es valorable la exaltación del hombre común, sobre todo del oprimido que decide romper sus cadenas.
Una de las escenas más famosas en la historia del cine pertenece a esta película. Se trata de La Escalera de Odesa, cuando los cosacos disparan contra el pueblo inocente6 para acabar con el apoyo a los rebeldes. En ese momento, una madre es alcanzada por una bala mientras corre con un coche de bebé, que rodará escaleras abajo al morir la madre. Otra mujer coge en brazos a su hijo muerto por los disparos y se enfrenta a los cosacos. Esta escena ha sido homenajeada por directores famosos, como Francis Ford Coppola en El Padrino, Brian De Palma en The Untouchables, Woody Allen en Bananas, Terry Gilliam en Brazil, Peter Segal en The Naked Gun 33⅓: The Final Insult, George Lucas en su última entrega de Star Wars (aunque los soldados de asalto, en esta cinta, marchen subiendo las escaleras), e incluso en Los Simpson en dos situaciones, una con Homer rescatando al bebe y otra, con una estética igual a la de la película, con Lisa lanzando a Maggie. Como el propio Eisenstein explica en el texto sobre la «Unidad orgánica y pathos en El acorazado Potemkin», incluido en el libro de Georges Sadoul sobre este film, la película está trabajada como un todo orgánico en el que cada uno de sus elementos funciona en pos de una composición que mantiene en su núcleo lo particular en función del todo. Cada una de las partes en las que puede ser dividida la cinta, es funcional en un nivel superior de lectura, es decir, en la generalidad. Por otra parte, el trabajo patético (pathos) en tanto que la sucesión y cambio constante en las cualidades de la acción, generan en el espectador una emoción que lo llevan a realizar mediante un proceso psicológico, una reflexión intelectual de acuerdo al tema propuesto.

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