Primero hicimos un viaje en metro a visitar al maestro del coaching literario, escritor premiado, seductor feroz y amigo Héctor D' Alessandro. Lo encontramos en una casa en las afueras deBarcelona, asediado por jabalíes silvestres (no es ficción: en torno a la casa donde vive mi amigo hay manadas de jabalíes que son protegidos y tolerados). Nos mostró la infraestructura informática con la que se comunica con el mundo, nos atendió en un breve jardín en donde los mosquitos nos hicieron los honores, nos divirtió con sus casi increíbles historias, nos prometimos amistad y apoyo eternos... y nos despedimos.
Héctor, la noche anterior había hecho una espléndida presentación de mi novela Historia de todas las cosas en la que convirtió mi novela en un clásico prenatal, que ya debería estar en los estantes de las bibliotecas al lado de las grandes obras.
¡Gracias, Héctor! Aunque fuera verdad te lo agradecería grandemente, no porque mi novela valga, sino porque sé quién eres, lo que has hecho y lo que puedes hacer.
Y ayer tomamos otro tren para ir a visitar al otro presentador de mi novela, Alexandri Gutiérrez. 45 minutos de viaje y llegamos a la ciudad ideal, Terrassa: limpia, ordenada, en medio de la naturaleza más hermosa. Ana, su esposa, nos llevó al Monasterio de Monserrat. Mi máneger y yo quedamos sin palabras ante tanta belleza arquitectónica y artística localizada en la cima de una montaña escarpada y enclavada en unas formaciones rocosas de casi inconcebible magnitud y belleza. Nos acompañó Andrei, su hijo, con quien hice prácticas (fallidas) de trasmisión de pensamiento. Alexandri me estuvo aleccionando sobre técnicas SEO, blogismo avanzado y prácticas de posicionamiento. Algunos de sus consejos ya aplicados podrán verlos en este blog.
http://mistercolombias.blogspot.com.ar/2014/01/con-hector-dalessandro-en-barcelona.html
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