lunes, 24 de febrero de 2014

POEMAS A DOS VOCES

Dos hombres llegaron a un agujero en el cielo. Uno le pidió al otro que le ayudara a subir… Pero el cielo era tan bonito que el hombre que miraba por encima del margen lo olvidó todo, olvidó a su compañero al que había prometido ayudar y salió corriendo hacia todo el esplendor del cielo.
De un poema en prosa inuit iglulik de principios del siglo XX, 
contado por Inugpasugjuk a Knud Rasmussen
 Explorador polar y antropólogo groenlandés.


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