viernes, 25 de diciembre de 2015

Mª Isabel García Uría.


Pido la paz

Con el llanto lágrimas de soledad antigua lágrimas de luto en la noche de los días. La violencia taladra los sentidos. Una sequía de sentimientos perturba mi sueño y veo suspirar la inocencia entre las ruinas. Luces apagadas en la línea del miedo se encogen silenciosas ante el resplandor de los incendios. Pido la paz a gritos y mi súplica afónica se pierde en la inmensa soledad de un cielo muerto.



Dame la mano

Dame la mano, enemigo
y juntos romperemos la distancia
para reconstruir con los fragmentos
el puente que unirá las dos orillas.
Enemigo, mírame de cerca
lávame la mirada de tu sangre
así conseguiré tirar el muro
que separa tu vida de mi vida.
Mi deseo, enemigo, no es matarte
es abrirte mi pecho a la palabra
aunque apenas entienda lo que dices
porque sé que me comprendes, enemigo
a pesar de andar con odio en los talones
y en las vísceras la rabia corrosiva
que produce el aullido de las balas.
Mas los dos tenemos sueños en las venas
e ilusión floreciendo en nuestra frente.
No seamos ni héroes ni patriotas
defensores de banderas de violencia
de planes inventados por magnates
que encubren estrategias de poder
con las palomas negras de la muerte.
Démonos un abrazo, enemigo
porque nos une nuestra humanidad
en el verbo amoroso, no en el odio
ni en el futuro incierto que se acerca.
porque si destruímos las fronteras
no serás mi enemigo y burlaremos
los siniestros proyectos de la historia.


Derechos de autor reservados.

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