martes, 18 de marzo de 2014

TEATRO:PROCESO CREATIVO ORGÁNICO POR A. STRASBERG




 Siempre me he preguntado: ¿Qué es lo que convierte a un actor en artista? Por lo que he escuchado mientras crecía, que el arte era una técnica la cual el actor tendría que dominar. Esta técnica parecía ser muy clara, ya fuese estudiando lo que Stanislavski decía o lo que mi padre enseñaba o luego, lo que aprendí de otros grandes maestros como, Stella Adler, Sandy Meissner o Bobby Lewis. Sus métodos se diferenciaban, pero todos estaban organizados, claros y controlados en las mentes.
Mi propia experiencia en la interpretación no era así. Cuando hice mi mejor trabajo, algo sucedió lo cual no era parte de nada de lo que había aprendido antes. Estaba inspirado. Tenía el sentimiento de estar perdido y luego me envolví profundamente en el mundo del personaje, en la obra. Viví, espontáneamente. A menudo, en más de un nivel de realidad al mismo momento.


Después de años de investigación, me he dado cuenta que esa espontaneidad era lo que la vida real es. Sin ella, no importa cuanta emoción un actor produce, no importa cuan astutos sus pensamientos sean, está creando la vida mecánicamente, como si fuese una maquina.


Esta percepción es lo que distingue mi Proceso Creativo Orgánico de todos los métodos de los grandes maestros antes de mí. No somos máquinas.
                                       
En los años que estuve poniendo en marcha el Instituto Teatro Lee Strasberg, muchos maestros y actores me preguntaban que podían hacer cuando los ejercicios, memoria afectiva, momentos privados no funcionaban. Mi padre decía que estaban haciendo algo mal. Mi respuesta es que si mi plato favorito es langosta y me obligo a comerla todos los días, eventualmente me cansaré y al final me apetecerá comer algo diferente. En aquel tiempo no sabía definir cuan lejos o profundamente ese pensamiento podría llegar. Tal pensamiento atacó el núcleo de todos los métodos que estos grandes maestros estaban enseñando. No somos máquinas. La vida es espontánea. Y la técnica debe ser basada en el principio de que somos seres humanos y no máquinas. Y, que incluso hasta el pensamiento real es espontáneo. El Proceso Creativo Orgánico reconoce esta realidad. Es como se distingue mi trabajo de los grandes maestros que estuvieron antes de mí. Fueron brillantes, pero vivían en un mundo Newtoniano, donde el universo era una máquina lineal, perfecta. La vida real es mucho más espontánea y puede ser solamente vivida en el momento. Está constantemente en movimiento y cambio.
             
La pregunta para mi se convirtió en: "¿Se puede enseñar esta realidad?" "¿Podría haber alguna técnica que funcione orgánicamente?" La contestación es sí. Mientras yo no declaro el Proceso Creativo Orgánico como perfecto, o completo, sí declaro que funciona pero no es mecánico, así que continuará evolucionando y cambiando.
                                           
Como parte de este proceso, desarrollando tu talento, tu sentido de la verdad, aprendes a reconocer la diferencia entre el ser natural y el ser real. La diferencia es profundamente simple porque cuando estas siendo real, estas pasando por la experiencia de la realidad que estas creando, sin embargo, en el naturalismo no hay un envolvimiento profundo y tampoco el sentimiento que defina la realidad; es la diferencia entre el estar hambriento y comer porque es hora de comer.
Las bases de la técnica en el Proceso Creativo Orgánico son las Nueve Leyes Naturales de la Creatividad. La técnica se enseña dentro del trabajo en escena, sin separarla de esta y gira en torno a dos caminos principales, la técnica básica que es el conocerse a si mismo y el saber cómo utilizarse a si mismo y el trabajo en el personaje de la obra. Las escenas son trabajadas en todas sus etapas. Los actores aprenden un proceso orgánico.
El envolvimiento, el soñar, imaginar, los destellos de percepción, el entender, y el aprender la lección de como leer y entender el texto es lo importante. La Técnica no es un proceso lineal y mecánico. La clase se percibe más como un ensayo, que una clase. Desarrollas una preparación en la que creas un estado de ánimo en el cual eres capaz de ser espontáneo, tienes la habilidad de reconocer y canalizar tus impulsos y la intuición en comportamiento y expresión, y el trabajo en el personaje y la obra, dentro del trabajo en escena y el análisis de texto orgánico, el aprender en que realidades enfocarte, que te envuelvan en el mundo del personaje. El proceso es extremadamente personal y envuelto. Cada actor se convierte en su propio actor con su propia técnica, porque el o ella tiene algo que decir sobre la vida.

¿Cómo sabes cuando estas desarrollando un buen proceso creativo? La respuesta es, cuando comienzas a desarrollar el tipo de contacto contigo mismo y el contexto de la obra, que descubres que tienes una pregunta sobre esa realidad especifica que te obsesiona, y cuando tienes un problema específico que te obsesiona y que necesitas resolver. Tus pensamientos se convierten en pensamientos más personales y reales, y te ayudan a envolverte profundamente en el mundo imaginario del que te estas enfocando y que quieres convertir en realidad. A medida de que tu proceso se va desarrollando, tu sentido de dirección y las decisiones de enfoque y concentración que tomas, van al corazón del contexto de lo que estas trabajando, y te ayuda a envolverte profundamente en el mundo con el que sueñas. Todo esto pasa en lo que yo llamo tu espacio personal de enseña, mientras estas despierto.
La técnica particular que necesitas, depende de cuanta imaginación tienes, y de si puedes enfocarla en realidades específicas del mundo del personaje. En cuanto a aprender a como prepararte para trabajar, para que puedas reconocer lo que quieres hacer de verdad, sintiendo impulsos más profundos que la intuición lleva a la consciencia, canalizándolos hacia el mundo imaginario es una parte crítica del entrenamiento básico. La memoria sensorial es una técnica brillante para desarrollar el enfoque, concentración e imaginación. Utilizándola, aprendes que puedes hacer todo aquello que imaginas en realidad completamente. Algunos actores tienen la habilidad natural de la memoria sensorial pero necesitan aprender a reconocerla y a como utilizarla. Eventualmente, toda técnica ayuda al actor a hacer real el mundo de la imaginación, y vas más allá de las realidades que has experimentado. Esto pasa a medida de que hayas dominado la técnica. Lo que importa es que la técnica le sirva a tu proceso creativo, en lugar de que tú estés al servicio de la técnica, igual que la mayoría de los otros procesos.                         

Más primordial, con el Proceso Creativo Orgánico, no hay la necesidad de hacer memoria afectiva, reviviendo experiencias traumáticas para producir emociones, porque los seres humanos tienen más emoción que de lo que saben utilizarla, y a medida de que vayas conociéndote a ti mismo, y te vayas envolviendo en la vida del personaje, la emoción ocurre por ella sola, y más placenteramente porque estas viviendo la vida de otra persona. La mejor cualidad de el Proceso Creativo Orgánico es cuando sabes como hacerlo el trabajo es más placentero y sin ninguna manipulación. Ciertamente, se sufre, pero uno aprende la diferencia entre el buen sufrimiento y el mal sufrimiento, dolor bueno y dolor malo.
El Proceso Creativo Orgánico te enseña que para ser exitoso, eres responsable de intentar hacer lo que necesites, y que el amor y la determinación son las dos leyes de creatividad más importantes, y aprendes a que tienes dos mejores amigos, a ti mismo y a la obra.
Te recomendamos que leas el libro de John Strasberg; Accidentalmente a Propósito: Reflexiones Sobre La Vida, La Interpretación, Y Las Nueve Leyes Naturales de La Creatividad. Hay un DVD disponible también con el mismo título. Hasta que hice mi trabajo, nadie ha definido y entrenado el talento y la inspiración, o la intuición y el sentido (envuelve el pensamiento real, funcional), lo cual es el corazón del proceso creativo. A menos que eso se haga, es imposible saber lo que realmente estás instruyendo. Estos principios son todo parte de mi técnica básica.
Lo que sigue es un simple bosquejo de las nueve leyes nueve leyes naturales de la creatividad, que son el fundamento del proceso creativo orgánico.

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