He pasado las horas contándome a mí misma:
el libro que leo
y los que no leeré,
la lámpara maravillosa que no funciona,
las veces que tañe mi campana de locuras,
los segundos de arena rosa del pequeño reloj,
el éxito,
la espera...
y mi fracaso de hoy.
Cuatro golpes suenan en mi puerta semiabierta...
Las palabras que necesito para mentirme
y Mozart
serán culpables absolutos
de todo lo que pase.
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Ordeno mis palabras para que tu las cuentes,
las leas,
las gires,
las vuelvas y las revuelvas.
Incrédulas y anónimas
perecen sin remedio.
No eres
- precisamente-
el verso que yo escribía.
Pero una voz desconocida
me dijo
que te amara.
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Estoy frente a tus ojos.
Vengo de recorrer un mundo a solas.
He contado mil huellas
labradas golpe a golpe.
En mi regazo traigo pequeñas hojas secas,
simiente de algún beso
y pocas cosas más.
Sólo puedo ofrecerte mis dudas
para que tú desdobles sus pliegues,
para que cortemos juntos las amapolas,
para vaciarnos
de ti
y de mí,
para llenarnos de caricias
mientras el mar y el cielo proyectan su color al nuevo día.
Que no se lleve el viento el soneto de amor que ha nacido...
¡Qué nadie se atreva a sepultarlo en vida ¡
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No me anuncies tu llegada.
Quiero sorprenderme una vez más.
Acércate con una flor entre las manos.
Te prometo no exponerla al rocío de la aurora.
Ven.
Un beso que trasnocha está esperándote.
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Déjame abrigarme entre la yerba verde de tus manos frías...
Donde aprenda del dolor y del deseo.
Donde te encuentre cada vez que vuelva.
Allí,
donde la luz no rompa mis textos
ni vacíe mis ánforas de gloria.
El mundo no me espera de este viaje...
Pero te viviré yo sola.
Como la rosa que habita sola
...en el baúl olvidado de una alcoba.
Me inventaré una disculpa para seguir amándote...
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Me inventaré una disculpa para seguir amándote
Cuando el tiempo se haga largo
y no pueda ofrecerte un rincón para descansar sin prisa.
Cuando te bese y no me reconozcas.
Cuando enmudezca ante una historia rodeada de viejos cipreses.
Cuando me despierte y no te necesite.
Cuando me mires
y no entiendas por qué se ha acabado el amor entre nosotros.
Me inventaré una disculpa.
...Aunque todas las luces de mi entorno estén apagadas.
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Como un extraño paisaje de agua y luna
presencio sola la distancia que me queda...
Yo,
mi propio testigo,
desde la calle incierta de mi esperada madurez.
Viajo con otro invierno volviéndome la espalda
y demasiado silencio dibujado en los labios.
Dos flores solitarias
- suspendidas en el búcaro blanco de mi vida -
perfilan esta tarde que se acaba.
Un pájaro aletea.
Sólo me acompaña un beso esculpido en ausencia
...y también sabrá que he llorado esta noche.
Mi pelo comienza a ver la luz...
¡ No puedo evitarlo !.
HOJAS SECAS….rozando mis labios. Conchi Sedano
Detrás de aquel rincón agoniza una noche incompleta.
Mil piruetas de silencio
se deslizan entre las cuatro paredes que me ignoran.
Amanezco buscando una nueva cadencia,
un nuevo motivo
y algún atardecer desde el que hacer balance.
Un libro
...que regresa,
te suple.
Tres folios blancos
me observan impacientes sobre el cristal oscuro de la mesa.
No entienden por qué vacilan mis manos
...cuando dibujo un verso.
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Te quise
mientras que desplegaba una caricia
sin apenas rozarte,
mientras que tú observabas el vértice
de cualquier esquina,
mientras que palabras rotas
tejían amargos caligramas en mi pecho.
mientras rasgué mi exilio...
Hoy
- firmado nuestro epílogo -
un poema solloza en la mitad del ocaso.
¡...Y tus manos son incapaces de darle cobijo!
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¿ A quién le has regalado mi sonrisa ?
Yo
- la fuerza -
soy la roca
sedienta de espuma
que trepida mirando al mar.
Yo
- la fuerza -
He salido a buscar la canción que tejieron mis labios
y vestida de fiesta
deshojo dos rosas en cualquier atajo.
Yo
- la fuerza -
Sin respuesta para todos los sueños,
frente a la hierba sombría de tu pecho de hielo,
amanezco en una aurora distinta.
...¡ Que no me reconoce !
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Llevo rota la razón de unos besos en la noche que cruje,
en el eco
tu nombre.
Fui abedul
... y mis huesos quizá lo recuerden.
¡ Qué pronto regresó el otoño
para llenar de hojas secas mis labios !
...Aún rezuman ternura.
Todavía te siento despiadadamente por las venas.
Se ha rasgado el velo del mundo a mis pies
y gimo impotente con tu presencia a cuestas.
Un racimo se agosta a la puerta
en el lagar vacío.
Estar a tu lado...
no es suficiente para sentir amor.
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Si mis ojos te mienten
y mi noche es de hielo...
no me busques,
no me esperes.
Ya no te necesito como entonces.
Mas,
si encuentras una flor olvidada
entre el recio sarmiento de mis manos,
pregúntale...
quizá ella recuerde
un beso y una tarde
...y dos lágrimas huyendo entre la gente.
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Un te quiero descendió de su escalera para decir
…¡ Adios !
Ya no existe un beso que ocupe los primeros lugares...
El lucero que nace
tiene miedo de mirarme a los ojos.
Todo sucede.
Todo gira.
Sólo el sauce presiente que llora el poeta
...aunque lleve la cara pintada de risa.
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He llegado hasta el límite con un rumor de dudas atadas a la espalda,
atrapada en un mar sin horizonte,
perdida por el mismo desierto,
deshojada pétalo a pétalo como una margarita blanca,
cobijada entre las gotas de un rocío eterno,
sin título ni epílogo para el incógnito libro de mis sueños,
sin noche ni mañana,
sin nadie a quien contarle que estoy arriba y abajo al mismo tiempo,
con mis zapatos nuevos reflejando dos lágrimas que yacen solitarias
y sin texto,
ni pretexto
para cambiarte mi tarde
...por un beso.
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La tarde se me antoja insolente.
Sólo llevo utopía en mis brazos cansados.
Ya no soy.
En tu ausencia,
solía mirar por la ventana observando el ocaso.
...Fue aquel día que estaba enamorada.
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Encontraré la estrategia
para que el día no huela solamente a ti,
para que mi propia sombra no sea mi única compañía,
y para aprender a caminar entre las hojas secas que me ha regalado
[ tu canción de otoño.
Llego
con el amor y el desamor cubriéndome todos los poros de la piel,
con el universo de tus ojos aparcado al otro lado de la calle,
con el dolor calándome implacable los sentidos.
Y me voy…
Me voy
confundida entre los meses de todos los años
para que entiendas que no existe retorno en el diálogo perdido de
[una tarde,
en la dolorosa fragilidad donde se muere un sueño,
…en el cielo roto y amargo de este invierno.
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Mientras que gira implacable mi reloj de arena
se han despedido:
el alba,
la luz de la tarde,
un silencio,
...y dos besos
- satélites alrededor del mundo -
Y ni a ellos,
ni a ti,
contaré lo que he escrito esta noche,
ni el pacto que he firmado con la luna,
ni qué mano me ha abierto la puerta a la alegría,
ni el número de teléfono que sustituirá al tuyo en mi agenda,
ni qué poeta me ha prestado sus versos...
para decirte adiós.
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La eterna soledad creativa se transformó...
con tu historia compuse una novela alegórica.
y creamos dos fábulas en la esquina perpendicular
de aquel escaparate de guirnaldas.
y conseguimos ser:
tú mío,
yo tuya.
Regreso despojada de tus cosas...
para regalarte la porción de dolor que te corresponde,
para que conozcas la historia que nunca te interesó,
para que captes el sonido vibrante de unos pasos,
para repartirnos
sin rencor
los fragmentos de un sueño imposible.
Con el otoño
...se desnudan casi todos los árboles
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Llevo sobre los hombros:
la primera sonrisa,
el último beso,
la primera caricia,
el último encuentro.
Todo,
...como si fuera un sueño.
¡ Nada es eterno !...
ni el dolor
ni el espacio de tiempo dispuesto para amarnos.
..Pero las hojas secas también tienen su encanto…
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Me esperas
para mirarnos otra vez a los ojos.
...Yo pretendía crear un modelo diferente de amor.
Pero no anoté
ni la fecha
ni la hora
ni los sinónimos que utilizaría para contárselo a mis días.
El azar me ha devuelto la sonrisa.
Tengo un proyecto nuevo...
y me lo he bebido de un solo trago.
Como quien bebe un whisky
por primera vez.
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Hasta hoy
no había comprobado el aspecto lúdico de la lluvia,
ni sabía el significado exacto de la soledad,
no había ordenado una colección completa de suspiros,
ni sabía todo lo que podrían depararme tantas horas perdidas.
Todo se ha escrito
en el libro abierto de unos ojos...
Se hace verde el campo.
…Detrás de cada tarde hay una estrella.
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-
No te sientas culpable de mis últimos versos
culpable es sólo el tiempo que tardé en escribirlos,
y el dolor que invertí descerrajando la puerta de mi viejo refugio.
Culpable es
la locura de crear un espacio etéreo entre los árboles desnudos...
Culpables son,
sin duda,
un colectivo de nostalgias decrépitas y mal peinadas
y dos sombras que ruedan por la angosta ladera de un abrazo olvidado.
Quizá,
con otra aurora,
podría entregarte un gran poema
o el paisaje nuestro que le robé a aquel lienzo
...pero se me hace tarde.
He agotado todas las metáforas.
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Estoy de nuevo en casa...
Me esperaban :
mi libro sin terminar de leer,
mi tacita de té,
mi sombrero de paja,
mi mesa,
mi bola de cristal azul.
...mi lámpara apagada.
Si me encuentras mañana...
recuérdame, por favor,
cómo te llamas.
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Anochece.
La soledad
está aquí…
en el dintel de la puerta del alma,
riendo sin motivo aparente,
acariciando al sauce que vigila mi ventana,
escondida entre las cuatro arrugas nuevas que me pintó la aurora
y portando todo lo que pudo robarle al amor.
Ella
y yo
hallaremos un camino para salir de entre las hojas secas.
...Y otra vez caerá el cielo plomizo sobre el mar.
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Pido perdón
a la noche
por obligarla a velarme portando la añoranza.
Pido perdón
al gato que me observa sin entender mis quejas.
Pido perdón
a mi último libro, tejido entre insomnios y extrañas madrugas.
Pido perdón
a la palabra vacía que utilicé sin miedo,
al silencio
…a la distancia.
Todo fue un soliloquio de suspiros.
Mi cuerpo, entre tus manos,
se quedó sin palabras.
...El tiempo que pasa no responde.
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Vagué por mi desierto
y no hallé el beso ardiente en la vieja morada
ni el extraño devaneo de dos pájaros en el árbol cuajado
de naranjas verdes,
ni el espejo que proyectó mi desnudo de esperanza
ni el fruto en cestas rojas
de un verano tejiendo amaneceres.
Sólo encontré dos vidas
deambulando entre las líneas de un cuento inédito
y una carta sin remite en el buzón del alma.
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He perdido el silencio...
a tres pasos del mar y
ante el estupor de un mundo hipócrita que observa mi sueño…
bajo mi única y absurda responsabilidad
cabe el orgullo
con todo su dolor a cuestas,
contra la voluntad expresa de la razón,
de la mano de un beso,
desde una frente desposeída de laureles…
en la plaza poligonal de mil proyectos y
entre la aurora y el ocaso…
hacia ese estío que nunca le dejaron amanecer,
hasta dos flores blancas sin libar
para deslizarse irremediablemente
por el agujero roto del alma,
según despierte el día, caminaré ausente
sin mirarte a los ojos,
so pena de volver a callarme otra tarde...
sobre cuatro papeles recién desplegados y
tras la ventana donde se hiela la noche.
...Hoy, sin ti,
sigo balanceándome entre la melodía del recuerdo
y un ramillete de poemas inacabados.
HOJAS SECAS….rozando mis labios. Conchi Sedano
Soy como la fruta madura
evocación a escarcha,
a sol de atardecer,
a tiempo
y a silencio.
Sabor:
a palabras mil veces invalidadas,
a noches eternas a través de la ventana,
a olor de los campos cuajados de naranjas verdes,
a sonrisas irónicas sobre la frente engalanada,
a polígono irregular,
a surcos en el espejo del alma,
a turno perdido en la fila del mundo...
¡ ...Y quise ser magnolio en medio del jardín !
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